El relato en sí, trata sobre una chica que oculta a su mascota en un bloque de apartamentos donde no está permitido tener animales, y la firma la administradora del mismo.
Como rara avis ajena al encantamiento que afecta al ser humano la visión de cualquier animal peludo, me sentí terríblemente identificado. No me gustan los animales, ¿me convierte eso en mala persona?
No los odio. No los acojo como un capricho ni los tengo encerrados en la terraza de un apartamento. No los torturo ni los uso para asustar a otros. No me deshago de sus crías, separándolas de la madre cuando son demasaida carga...
Sencillamente, no me vuelvo loco con una postal con un gatito, y me ponen nervioso cuando un perro empieza a dar saltos a mi alrededor (esto también me pasa con los humanos, que conste). Y en cuanto a los "derechos de los animales", me limito a aplicar la máxima de "Batman forever": primero las personas.
Pues eso, ¿soy peor persona porque no me gusten los animales?
PD: Por último, y para echar algo de leña al fuego, diré que la domesticación de animales es algo totalmente antinatural :chicle: