A.- Para prácticas médico-quirúrgicas.
B.- Para determinar la toxicidad de productos de consumo humano.
C.- Para prácticas de biología en Escuelas o Institutos de disección o en Facultades.
D.- Para Xenotransplantes.
E.- Para la Industria Espacial y experimentos Militares.
F.- Para experimentos de Cosmética.
G.- Para experimentos de Psicología "humana".
H.- Para experimentar nuevos medicamentos.
“Nunca podremos entender la agonía, el dolor y sufrimiento de estos animales porque la mayoría de nosotros nunca lo ha visto y no lo ha vivido. Pero yo he visto experimentos con animales. He escuchado los gritos de un conejo al morir por fractura de columna. He visto desesperación en los ojos de primates confinados en jaulas pequeñas. He visto gatos juguetones que desconocían su destino en un laboratorio, y he visto jaulas vacías que contenían cachorros cariñosos unas horas antes.” A.
A.- Para prácticas médico-quirúrgicas:
Se practican nuevas técnicas quirúrgicas con animales no humanos antes de utilizarlas en humanos (trasplantes de órganos), o sin un fin inmediato (por ejemplo, en algunos casos se les corta la cabeza a monos para posteriormente hacerles un trasplante).
B.- Para determinar la toxicidad de determinados productos
de consumo humano:
Como cremas, limpiadores de hornos, desodorantes....
C.- Para prácticas de biología en escuelas e institutos, o de disección en facultades de medicina.
D.- Para xenotrasplantes:
Se mutan genéticamente animales no humanos (cerdos generalmente) para conseguir órganos que no sean rechazados por los humanos.
E.- Para la industria espacial y experimentos militares:
Se experimenta en perros, primates, ratones… con agentes químicos y bacteriológicos, para ver la resistencia a diversas sustancias tóxicas, nocivas y mortíferas.
En otros tipos de experimentos se les suministran (en muchos casos a perros beagles) dosis de explosivos en cápsulas todos los días durante varios meses. Los síntomas suelen incluir deshidratación, emanación, anemia, ictericia, baja temperatura corporal, orina y heces descoloridas, diarrea, pérdida de apetito y de peso, aumento del tamaño del hígado, los riñones y el bazo, pérdida de la coordinación y muerte de muchos de ellos a las unas semanas (los que no mueren directamente por el experimento son asesinados posteriormente o reservados para otras pruebas).
En multitud de ocasiones, las pruebas “científicas” obligan a repetir experimentos ya comprobados anteriormente, pero de devastadores consecuencias para los implicados.Así, por ejemplo, experimentadores del Ejército de EEUU envenenaron a ratas con T-2. Tras una terrible agonía, murieron de 9 a 18 horas después de la exposición, excepto en el caso de las ratas que lo habían recibido a través de la piel, que tardaban una media de 6 días en hacerlo. Antes de la muerte los animales eran incapaces de caminar o comer, se les pudrían la piel y los intestinos, sufrían desasosiego y diarrea. Como conclusión, los investigadores informaron que sus descubrimientos eran claramente compatibles con estudios publicados anteriormente.
En el caso de pruebas militares aéreas, una vez que los monos han sido entrenados a controlar con una palanca su posición en una plataforma, son sometidos a radiaciones y agentes de guerra químicapara ver cómo éstas afectan a su capacidad para volar. Con náuseas y vomitando, debido a la dosis de radiación, se les fuerza a tratar de mantener la plataforma horizontal, y si fallan reciben frecuentes descargas eléctricas.
Experimentadores del Ejército de EEUU envenenaron a ratas con T-2, veneno que es una eficaz arma de terror que causa síntomas anormales y horrorosos. La muerte solía tener lugar entre 9 y 18 horas después de la exposición, excepto en el caso de las ratas que lo habían recibido a través de la piel, que tardaban una media de 6 días en morir. Antes de la muerte los animales eran incapaces de caminar o comer, se les pudrían la piel y los intestinos, sufrían desasosiego y diarrea. Los investigadores informaron que sus descubrimientos eran claramente compatibles con estudios publicados anteriormente.
El principal investigador de la base aérea de Brooks (EEUU), irradió en sus años en este puesto a unos 1000 monos entrenados. Declaró en una ocasión: "Durante algunos años había tenido dudas sobre la utilidad de la información que estábamos consiguiendo. Hice algunos intentos de saber cual era el destino y el propósito de los informes técnicos que publicábamos, pero ahora reconozco mis ganas de aceptar los razonamientos de mis superiores sobre el servicio real que estaba proporcionando a la Fuerza Aérea de los EEUU. Utilicé estas aseveraciones como si fueran una venda en los ojos para no ver la realidad y me protegió de las inseguridades asociadas a la potencial pérdida de prestigio y situación económica. Un buen día la venda se cayó y me encontré en un serio enfrentamiento con el comandante de la Fuerza de Medicina Aeroespacial. Intenté mostrarle que en caso de una confrontación nuclear no es muy probable que los altos jefes operacionales fueran a consultar gráficos y cálculos basados en datos procedentes de monos rhesus para hacer estimaciones de la fuerza probable o de la capacidad de contraataque. El insistió en que la información sería inestimable y afirmó: Ellos no saben que estos datos se basan en estudios con animales".
F.- Para experimentos de cosmética:
Cada año millones de animales no humanos sufren y mueren en dolorosas pruebas para determinar la “seguridad” de cosméticos y productos del hogar. Sustancias que van desde sombra para los ojos y jabón, hasta pulidores para muebles y limpiadores de hornos son probados en conejos, ratas, conejillos de Indias, perros,...
G.- Para experimentos de psicología humana:
Algunos de los experimentos más dolorosos para los animales no humanos se realizan en el campo de la psicología. Incluyen la manipulación directa del cerebro, efectos de las drogas en el comportamiento, estrés, temor o ansiedad, privación de sueño, comida o agua,...
Pero, paradójicamente, salvo lesiones neurológicas, los animales no humanos no desarrollan trastornos de comportamiento espontáneamente en su medio natural. La psicopatología animal se suele desarrollar en animales en estado de cautividad, como en parques zoológicos y circos. La provocación deliberada de trastornos en el laboratorio ha sido un campo fértil para la investigación, pese a las diferencias con los trastornos mentales humanos.
Así, desde un punto de vista científico, el dilema central del investigador se plantea de forma especial en la psicología: o bien el animal no humano no es como los humanos, en cuyo caso no hay razón para realizar el experimento, ya que los resultados no son extrapolables, o bien es como los humanos, y en ese caso, no deberíamos utilizarlo para realizar un experimento que consideraríamos una atrocidad si se hiciera con uno de nosotros.
Se han realizado y siguen realizándose de forma reiterada, cientos de experimentos con animales para estudiar el condicionamiento y el desamparo inducido, utilizando para ello descargas eléctricas con el fin de descubrir cómo reaccionan los animales no humanos a diferentes clases de castigo o para entrenarles a realizar diferentes tareas.
Matin Seligman (famoso investigador en psicología) administró descargas eléctricas a perros a través de un suelo de rejilla de acero con tal intensidad y persistencia que los perros dejaron de intentar escapar y "aprendieron" a estar desamparados.
Seligman describió así su trabajo sobre el desamparo inducido: "Cuando un perro normal, ingenuo, recibe un entrenamiento de huida/rechazo en una "cápsula", suele tener la siguiente conducta: al primer asalto de la descarga el perro va de un lado a otro frenéticamente, defecando, orinando y lanzando aullidos, hasta que cruza la barrera y se escapa del electrochoque. En la prueba siguiente, el perro, corriendo y aullando, cruza la barrera con más rapidez, y así sucesivamente hasta que aparece una respuesta eficaz de huida."
Modificó este modelo sujetando a los perros con un arnés y provocándoles descargas sin que tuvieran ningún medio para evitarlas. Después, cuando los colocó en la situación primera de la cápsula, de la que era imposible escapar, comprobó que "Este perro reacciona inicialmente en la cápsula de la misma forma que el perro sin condicionamiento. Sin embargo, en dramático contraste con éste, pronto deja de correr y guarda silencio hasta que termina la descarga. El perro no cruza la barrera ni huye de la sacudida. Parece, más bien, que se "rinde" y "acepta" la descarga pasivamente. En pruebas sucesivas el animal continúa sin hacer movimientos de huida y aguanta 50 segundos de fuerte descarga intermitente en cada prueba".
Pero Steven Maier (coautor junto a Seligman del informe sobre desamparo inducido), decía lo siguiente acerca de la validez de este "modelo animal" de depresión: "Se puede discutir que no hay suficiente consenso sobre las características, la neurobiología, la inducción y la prevención/cura de la depresión como para volver significativa tal comparación. Así, no parece probable que el desamparo inducido sea un modelo de depresión en ningún sentido general", admitiendo así que 30 años de experimentación con animales habían sido una pérdida de tiempo, al margen de la inmensa cantidad de dolor físico agudo causado a todos los animales no humanos implicados.
“No valía la pena realizar la mayoría de los experimentos, y la información obtenida carecía de suficiente valor para ser publicada”. Harlow (psicólogo experimentador y editor de la revista que ha publicado más informes de experimentos dolorosos con animales).
Pero también dentro de la psicología hay voces que se alzan en contra del uso de animales no humanos:
"Los estudios sobre la conducta animal se expresan siempre con una terminología científica y aséptica que permite adoctrinar al joven estudiante de psicología, normal y en absoluto sádico, sin provocarle ansiedad. Así, se utilizan técnicas de "extinción" para lo que, de hecho, son la tortura mediante la sed, el ayuno casi mortal o los electrochoques; "refuerzo parcial" es el término que se emplea para hablar de un animal al que se frustra mediante el no cumplimiento, excepto ocasionalmente, de las expectativas que el experimentador le había creado en un condicionamiento previo; "estímulo negativo" es el término utilizado para someter a un animal a un estímulo que él evita siempre que es posible. El término "Avoidance" (evitar) está bien visto, puesto que se trata de una actividad observable. Los términos "dolorosos" o "aterrorizantes" para caracterizar ciertos estímulos, no están bien vistos porque son antropomórficos, implican que los animales tienen sentimientos y que pueden ser sentimientos similares a los humanos. No obstante, si el psicólogo conductista no creyera en la analogía entre el ser humano y el animal “inferior”, es de suponer que incluso él encontraría su trabajo muy poco justificado". Alice Heim (psicóloga).
Otro tipo de estudio es el del aislamiento social, ampliamente trabajado por otro “prestigioso” investigador, el psicólogo Harry Harlow, que definió así su trabajo: "Durante los últimos diez años hemos estudiado los efectos del aislamiento social parcial criando monos desde su nacimiento en jaulas de alambre. Éstos monos sufren una privación maternal total. Más recientemente hemos iniciado una serie de estudios del efecto del aislamiento social total criando monos desde pocas horas después del nacimiento hasta 3, 6 o 12 meses de edad en una cámara de acero inoxidable. Durante la condena prescrita en este aparato, el mono no tiene contacto alguno con ningún otro animal, humano o subhumano". John Bowlby, un psiquiatra británico, después de ver a los monos en sus jaulas de alambre, le preguntó "¿Por qué están tratando de inocular psicopatologías a monos? Ya tienen más monos psicopatológicos en el laboratorio de los que se hayan visto nunca sobre la faz de la tierra." Bowlby, era un investigador de las consecuencias de la privación materna, pero sus investigaciones se desarrollaban con niños, principalmente huérfanos de guerra, refugiados y niños recluidos en instituciones, y ya antes de que Harlow realizase sus experimentos había llegado a la conclusión de que "la privación prolongada de un niño pequeño del cuidado materno puede tener unos efectos graves y de largo alcance sobre su carácter sobre el resto de su vida".
En otro experimento, Harlow y Suomi "indujeron depresión permitiendo que los bebés de mono se apegaran a madres de trapo que se podían convertir en monstruos". "El primero de estos monstruos era una madre de trapo que, programada, o al recibir una orden, soltaba aire comprimido a alta presión y casi le arrancaba la piel al animal. El bebé mono simplemente se agarraba con más y más fuerza a la madre, porque un bebé atemorizado se agarra a su madre pase lo que pase. No conseguimos psicopatología alguna. Sin embargo no desistimos. Construimos otra madre monstruo que se mecía tan violentamente que la cabeza y los dientes del bebé castañeaban. Todo lo que el bebé hizo fue agarrarse con mayor fuerza aún a la sustituta. El tercer monstruo que construimos tenía incrustado dentro del cuerpo un marco de metal que saltaba hacia adelante y propelía al bebé fuera de su superficie ventral. El bebé se levantaba del suelo, esperaba a que los muelles se metieran de nuevo dentro del cuerpo de tela y volvía a agarrarse a la madre sustituta.". Estos resultados no eran tan sorprendentes, comentan los experimentadores, puesto que el único recurso del bebé herido es aferrarse a su madre. Con el tiempo, estos experimentadores encontraron algo mejor: una mona madre de verdad, que era un monstruo. Para producir tales madres, criaron monas hembra en aislamiento total, y después trataron de dejarlas preñadas, con una técnica que ellos denominaron "potro de violación". Tras nacer los bebés, los investigadores observaron a las monas; algunas simplemente ignoraban a los bebés que lloraban y no los acunaban acercándolos al pecho, como hacen las monas normales; pero otras "eran brutales o letales”. Uno de sus trucos favoritos era aplastar el cráneo del bebé con sus dientes. Pero el comportamiento realmente horrible era el de aplastar la cara del bebé contra el suelo y después restregarla de un lado para otro."
En otro estudio crearon un “túnel del terror" para producir monos aterrorizados, y en otro informe Harlow describió cómo consiguió inducir la muerte psicológica a unos monos rhesus, dotándoles de unas madres sustitutas cubiertas de felpa, mantenidas normalmente a una temperatura de 37º C y que se podían enfriar rápidamente hasta alcanzar poco más de 1º C, para simular un tipo de rechazo materno.
Los experimentos en psicología someten a miles de animales no humanos a procedimientos que inducen angustia, desesperación, ansiedad, devastación psicológica general y muerte. La investigación se alimenta de sí misma. Algunos investigadores experimentaron con chimpancés porque el trabajo experimental con primates grandes había sido relativamente escaso comparado con los monos. Pero ni siquiera trataron de justificar sus experimentos alegando que podrían ser beneficiosos para los humanos. El que ya tengamos un alto número de observaciones sobre chimpancés salvajes huérfanos no parecía importarles. La misma actitud se repite constantemente a través de las ciencias psicológicas y del comportamiento.
H.- Para experimentar nuevos medicamentos antes de comenzar los ensayos clínicos en humanos, así como en otros muchos campos de la medicina:
Cuando los experimentos pueden entrar en la categoría de "médicos", nos inclinamos a pensar que cualquier tipo de sufrimiento que impliquen debe ser justificable, porque la investigación está contribuyendo al alivio del sufrimiento. Pero es menos probable que las pruebas de medicinas terapéuticas estén motivadas por el deseo del bien máximo para todos que por el deseo de un beneficio máximo para algunos (las empresas farmacéuticas, de aparatología, de cría de animales, etc...).
La amplia etiqueta de "investigación médica" puede usarse también para encubrir un tipo de investigación que está motivada por la curiosidad intelectual general. Se podría aceptar esta curiosidad como parte de una búsqueda básica de conocimiento cuando no implica sufrimiento alguno, pero no debe tolerarse si causa dolor. También es frecuente que este tipo de experimentación se haya venido realizando durante décadas y al cabo del tiempo se descubra que gran parte de la misma no ha tenido ninguna utilidad. El argumento de que la experimentación animal fue fundamental para conseguir algunos de los grandes descubrimientos de la ciencia ha sido rechazado por algunos oponentes de la experimentación animal.
Así, en el campo de la medicina hay series de experimentos cuyos títulos nos cuentan su propia historia: "Aceleración", "Agresión", "Asfixia", "Quemaduras", "Centrifugación", "Compresión",...
..."Ceguera"(se les cosen los párpados),...
..."Hacinamiento", "Aplastamiento","Descompresión", "Test de drogas", "Congelación", "Calentamiento", "Hemorragias",...
..."Inmovilización"...
..."Aislamiento,", "Depredación", "Privación de proteínas", "Castigo", "Radiación", "Hambre", "Shock", "Tensión", "Sed",...
..."Apaleamiento de las patas traseras” (para ver cómo reaccionan ante el estress), ...
...“Lesiones provocadas en la columna vertebral” y “Lesiones múltiples”.
Además, cientos de experimentos se realizan anualmente en los que los animales son forzados a convertirse en drogadictos, (lo que cuesta millones de euros procedentes de nuestros impuestos).
Éstos y otros muchos experimentos similares han causado un dolor agudo y prolongado a muchos animales, primero para probar una teoría, después para negarla y finalmente para apoyar versiones modificadas de la teoría original.
Los demás animales son considerados como meros instrumentos.
Considerando que incluso si se lograsen algunos descubrimientos valiosos usando a los demás animales, no podemos decir cuánto éxito habría tenido la investigación médica si hubiera sido obligada, desde el principio, a desarrollar métodos alternativos de investigación. Algunos descubrimientos probablemente se hubieran retrasado o quizás nunca hubieran tenido lugar; pero tampoco se hubieran seguido pistas falsas y es posible que la medicina se hubiera desarrollado en una dirección muy diferente y más eficaz, enfatizando una vida sana en lugar de la curación. De hecho, incluso cuando las pruebas se realizan para un producto médico, lo más probable es que no vayan a contribuir a mejorar nuestra salud, ya que muchos fármacos se ha introducido para paliar enfermedades que son comunes, y que surgen sobretodo en la sociedad occidental de la abundancia. La innovación apunta principalmente al beneficio económico más que a una necesidad terapéutica. Al final de algunos experimentos que ocasionan mucho sufrimiento se ofrece una conclusión de sentido común más elemental, y ya confirmado con observaciones en humanos que han sufrido esas situaciones en condiciones naturales.
El defensor de los experimentos con animales no niega que sufran, y no puede negarlo porque necesita poner de relieve las semejanzas entre los humanos y otros animales para sostener que esos experimentos pueden ser relevantes para propósitos humanos. El investigador que fuerza a unas ratas a escoger entre morirse de hambre o el electrochoque para ver si desarrollan úlceras ( y sí las desarrollan), lo hace porque sabe que la rata tiene un sistema nervioso muy parecido al del ser humano, y supone que siente un electrochoque de manera similar. Los realizadores de los experimentos, apoyados por las compañías comerciales que obtienen un beneficio proporcionando los animales de laboratorio y el equipo, han sido capaces de convencer a los legisladores y al público de que la oposición proviene de fanáticos ignorantes que consideran mas importantes los intereses de los animales que de los seres humanos. Generalmente se le plantea la cuestión de la experimentación con animales en forma de disyuntiva radical: ¿los animales o las personas?, ¿qué es más importante la salud humana o un puñado de ratones de laboratorio?, una falsa disyuntiva. La experimentación con animales no es ciencia propiamente dicha. Los organismos de cada especie animal presentan diferencias fundamentales con respecto a las otras especies. Las reacciones de las diferentes especies animales a una determinada sustancia difieren enormemente entre si: lo que puede ser completamente inocuo para una especie es mortal de necesidad para otra. De la experimentación con animales sólo se derivan aproximaciones, nunca certidumbres ni exactitud. Los toxicólogos saben desde hace ya mucho tiempo que extrapolar de una especie a otra es una empresa muy arriesgada.
Hay una serie de drogas que han causado un daño inesperado a los humanos:
La más conocida es la talidomida, que había sido probada exhaustivamente en animales antes de que se autorizase su uso para el ser humano. Se calcula que hasta 20.000 niños nacieron con horribles deformaciones a causa de la talidomida, otros nacieron muertos. Sólo surgieron deformidades cuando se probó en un tipo especial de conejo.
El Opren pasó todas las pruebas habituales con animales antes de que se autorizase y se comercializase como una droga maravillosa para el tratamiento de la artritis. Fue retirado del mercado en Inglaterra después de más de 61 muertes y más de 3500 informes de reacciones adversas.
El Practocol para enfermedades del corazón, causó ceguera
El antitusivo Zipeprol, produjo ataques y comas en algunos de quienes lo tomaron.
Además, las pruebas con animales pueden llevarnos a desechar productos valiosos que son peligrosos para los demás animales pero no para los animales humanos:
La insulina puede producir deformidades a gazapos y ratones, pero no a los seres humanos
Si la penicilina hubiera sido juzgada por su toxicidad para las cobayas, quizá nunca se hubiese aplicado a los humanos.
TIPOS DE EXPERIMENTOS.
A.- TEST DE DRAIZE
Consiste en verter sustancias diversas (cosméticos, blanqueador de ropa, champú, tinta, detergentes, abrillantadores de suelos,...) en los ojos de animales no humanos para ver los resultados que se producen.
El conejo albino es el más comúnmente usado para esta prueba porque es dócil, barato, tiene unos grandes ojos y sus glándulas lacrimales producen muy poco líquido, viéndose así más fácilmente el efecto de abrasión que podría tener en el ojo humano. Los conejos están en el interior de unas cajas que los inmovilizan por el cuello (muchos se lo rompen intentando escapar), lo que impide que se froten o rasquen los ojos.
Se separa el párpado inferior y se coloca la sustancia en la pequeña cavidad resultante, después se mantiene el ojo cerrado. Se repite la aplicación varias veces, durante varios días.
Se observa diariamente a los conejos para ver si se produce hinchazón, ulceración, infección y hemorragias, hasta que el ojo del animal se vuelve una masa irritada y dolorosa.
Incluso muchas veces, se pasa a usar el otro ojo para no encarecer costes. La reacciones que se observan son: párpados inflamados, úlceras, hemorragias, ceguera...
Los investigadores no están obligados a usar anestésicos, y si lo hacen es en pequeñas cantidades, lo que no alivia en absoluto el dolor que puede producir un limpiador de hornos en el ojo durante 2 semanas.
Un médico de emergencias, con varios años de experiencia en el tratamiento de envenenamientos accidentales y exposiciones tóxicas indicaba: "no conozco una sola ocasión en la que un médico de emergencias haya usado los datos obtenidos con la prueba Draize para solucionar un daño ocular. Se utilizan informes de otros casos, experiencias clínicas e información experimental de pruebas clínicas con humanos cuando hay que determinar el tratamiento óptimo de los pacientes".
Existen más de 60 métodos de sustitución que algunos laboratorios ya aplican con éxito.
B.- TEST DL 50
Significa Dosis Letal 50%, la cantidad de sustancia que causará la muerte a la mitad de los animales no humanos del experimento. Normalmente, antes de que se llegue al punto en que muere la mitad, los animales están muy enfermos y angustiados. En el caso de sustancias poco dañinas hay que forzarles a ingerir enormes cantidades y se les puede provocar la muerte simplemente por la gran cantidad o la alta concentración que se les ha administrado.
Se le fuerza a ingerir la sustancia mediante una sonda hasta el estómago (lo que a veces produce la muerte por perforación), por un orificio practicado en el cuello, por vía subcutánea, intravenosa, mezclada con la comida, por inhalación, o por vía rectal o vaginal.
A consecuencia de los productos que son forzados a ingerir, sufren convulsiones, disnea respiratoria, diarrea, úlceras, adelgazamiento, postura anormal, hemorragia nasal, hemorragias de la mucosa de los ojos y de la boca, lesiones pulmonares, renales y hepáticas, coma y muerte.
En algunos laboratorios se utilizan para el mismo fin pruebas sin uso animales como el TOPKAT y las pruebas de toxicidad celular.
C. -TEST DE SENSIBILIDAD CUTÁNEA O PRUEBAS DE TOXICIDAD DERMAL
Conejos, conejillos de Indias, ratones y cerdos son afeitados (en ocasiones incluso es raída la piel) y se vierten las sustancias sobre su piel.
Se observan los signos de enrojecimiento, úlceras y edemas.
Su piel suele sangrar, ampollarse y repelarse.
Para estas pruebas hay alternativas como el SKINTEX, Epiderm y Corrositex.
D.- PRUEBAS DE TOXICIDAD ORAL AGUDA
Sirven para determinar lo venenosa que es una sustancia para los humanos y para ello obligan a los animales en el laboratorio a ingerir productos, muchos de ellos no comestibles como el carmín de labios y el papel, aunque muy a menudo las víctimas de estos experimentos no se comen la sustancia si simplemente se pone en su comida, por lo que los experimentadores se la introducen a la fuerza por la boca o a través de un tubo por la garganta.
Se llevan a cabo pruebas estándar durante 14 días, pero algunas pueden durar hasta 6 meses (si sobreviven tanto). Durante este tiempo los animales no humanos muestran los síntomas clásicos de envenenamiento, incluyendo vómitos, diarrea parálisis, convulsiones y hemorragias internas.
En un experimento en Inglaterra, 40 monos fueron envenenados con un herbicida. Se pusieron muy enfermos, vomitaron, tuvieron dificultades respiratorias y sufrieron hipotermia. Murieron lentamente a lo largo de varios días. Pero ya se sabía que el envenenamiento con este producto en humanos producía una muerte lenta y agonizante.
Según una doctora: "No hace falta haberse doctorado en ciencias para comprender que exponer a roedores a la sacarina equivalente a 1800 botellas de refresco al día no se relaciona bien con nuestra ingesta diaria de unos pocos vasos de ese producto."
E.- ESTUDIOS DE INMERSIÓN
Los animales no humanos son introducidos (lógicamente en contra de su voluntad) en bidones de sustancias diluidas, para probar la posibilidad de respirar dentro del agua.
F.- ESTUDIOS DE INYECCIÓN
Se inyecta directamente en el animal no humano el producto a probar tanto bajo la piel, los músculos o en un órgano interno.
G.- ESTUDIOS DE INHALACIÓN
Se introduce a los animales en cámaras estancas o se les ponen bozales que les fuerzan a respirar pulverizadores, gases y vapores.
Esto provoca que puedan ponerse muy enfermos, vomiten, sufran dificultades respiratorias e hipotermia, además de la posible de dependencia física si lo que se les hace inhalar es una droga.
No se hacen pruebas únicamente con productos destinados al consumo humano, sino que se da a inhalar a los animales no humanos productos para la guerra química, insecticidas, anticongelantes, líquidos de frenos, blanqueadores, pulverizadores para el árbol de navidad..., velas de iglesia, limpiadores de horno, desodorantes, refrescantes de la piel, burbujas de baño, depilatorios, maquillaje de ojos, extintores de fuego, tintas, aceites bronceadores, esmaltes de uñas, rimel, spray para el pelo, pinturas y lubricantes de cremalleras.
Como ejemplos de los estudios sobre tabaquismo, R.J. Reynolds (fabricantes de Camel y Dorchester & More) ha publicado varios informes describiendo los efectos de fumar pasivamente en animales no humanos.
En dos estudios de estos estudios, más de 1.000 ratas fueron expuestas a varias concentraciones de "humo de tabaco", 6 horas al día durante más de 90 días. Estos animales fueron sujetados individualmente en un tubo del tamaño del cuerpo del que sólo sobresalían las narices. Estos tubos fueron puestos en grandes cámaras en las que se liberó el humo. Al final del estudio estos animales fueron asesinados y examinados. A pesar de que algunas ratas desarrollaron inflamación crónica de los conductos nasales, los investigadores de Reynolds concluyeron que "el humo del tabaco es poco posible que tenga actividad toxicológica en humanos".
Estudios con diferentes animales no humanos sobre fumar pasivamente también han sido conducidos por investigadores académicos: en la Universidad de Nueva York, se usaron 42 pollos como modelos de los fumadores humanos. Las aves fueron expuestas a humo de tabaco o aire filtrado, 6 horas al día, cinco días a la semana, durante 16 semanas. Entonces, fueron asesinadas y examinadas para buscar signos de enfermedades coronarias.
En la Universidad de California, San Francisco, 64 conejos fueron alimentados con una dieta alta en colesterol, para incrementar su riesgo de padecer enfermedades de corazón. También fueron expuestos a humo de tabaco de Marlboro o aire normal, 6 horas al día durante 10 semanas, antes de ser asesinados y examinados buscando evidencias de arteriosclerosis.
En la Universidad de California, Davis, al menos 64 ratas embarazadas fueron usadas para ver los efectos de fumar pasivamente durante el embarazo y de los parches de nicotina. Estos animales fueron expuestos al humo continuamente durante 9 días. Todos fueron asesinados al final de sus embarazos.
los resultados de estos tests con animales fueron usados para sugerir que fumar pasivamente es dañino para la gente.
Hay, desde luego, numerosas razones por las que todos estos resultados son irrelevantes para la salud humana. Las pruebas son altamente artificiales e ignoran las conocidas diferencias entre especies en su respuesta al tabaco. Las ratas encerradas inmóviles en tubos, sufriendo estrés, y respirando sólo a través de su nariz (los humanos respiramos también por la boca) no son un modelo para los complejos patrones del tabaquismo humano. Similarmente las otras especies usadas, la duración de las pruebas (que ciertamente no corresponden a la naturaleza a largo plazo de largo nivel de mucho del tabaquismo pasivo humano), diferencias metodológicas y de dosificación, todo esto hace que sea imposible que los resultados puedan aplicarse a los humanos. Los estudios de población humana (epidemiológicos) ya han sugerido fuertemente que el tabaquismo pasivo es peligroso. Si se necesitan más evidencias, deben obtenerse a través de estudios in vitro y con voluntarios humanos, más que con erróneos y crueles tests con animales no humanos, que ni tienen ni tendrán ninguna adicción al tabaco de forma natural.
Reynolds realizó experimentos con animales no humanos usando nuevos cigarrillos "sin humo", que se calientan pero no queman el tabaco. Estos tests incluyeron más de 1.200 ratas, 272 hamsters y 750 ratones, que fueron usados en estudios de toxicidad por inhalación de este tipo de cigarrillos. Los animales fueron confinados en tubos de contención individuales y forzados a respirar "humo" de cigarrillos normales o de los nuevos cigarrillos "sin humo", durante variados períodos de tiempo (más de 90 días en algunos casos). Al final de los estudios, los animales fueron diseccionados y desechados. Los resultados en estos estudios mostraron algunas "grandes diferencias entre especies", pero concluyeron que la opción de cigarrillo "sin humo" era menos perjudicial.
Pero, por otro lado, unos investigadores académicos también usaron animales no humanos en investigación de cigarrillos "sin humo". En la Universidad de Wisconsin, 10 perros fueron anestesiados y sus pechos abiertos para exponer el corazón. Para replicar laarterioesclerosis, la arteria coronaria fue atada con un collar plástico, causando que el flujo de sangre se redujese y se formasen trombosis. Los perros fueron entonces expuestos a humo de cigarrillos normales o sin humo, directamente a los pulmones vía tubo a través de la garganta. Se aseguraron los efectos de los diferentes humos en el flujo de sangre coronaria y la formación de coágulos. Los resultados mostraron que ambos tipos de cigarrillos exacerbaban la formación de trombos. Se concluyó que "... fumar este nuevo tipo de cigarrillos probablemente no elimina el humo como un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares".
Este es un ejemplo más de que los experimentos con animales producen resultados que, mientras que no son directamente contradictorios, pueden usarse por ambos, (los pro y anti tabaco en este caso) para dar peso a sus argumentos. Estos experimentos nos dicen poco o nada sobre los riesgos reales para la salud humana.
Los investigadores de R.J. Reynolds también han conducido estudios in vitro y humanos usando este tipo de cigarrillo "sin humo". Estos estudios son claramente más éticos y relevantes que los estudios con otros animales descritos anteriormente.
Los estudios con animales de toxicidad por inhalación ciertamente producen grandes cantidades de datos, pero no dan una perspectiva real de los posibles efectos de los cigarrillos en los fumadores humanos, y sobre todo no son obtenidos de un modo ético porque perjudican a otros animales que son utilizados en contra de su voluntad.
La Smocking Research Foundation de Japón está financiada en un 87% por Japan Tobacco, propietarios de la compañía inglesa Manchester Tobacco. Las investigaciones patrocinadas por esta fundación han incluido estudios en los que monos rhesus son entrenados para fumar cigarrillos, y pruebas de adicción a la nicotina donde monos y ratas tenían que presionar palancas para autoinyectarse nicotina.
Un estudio financiado por el Council for Tobacco Research y la Swedish Tobacco Company, en el Instituto Karolinska, Estocolmo, usó 28 cerdos. A estos animales les bombearon a los pulmones humo de cigarrillo, nicotina, monóxido de carbono y otros ingredientes del tabaco, vía tubo por la garganta.
Philip Morris (fabricante de Marlboro) reveló, en audiencias del Congreso estadounidense, que habían hecho experimentos sobre adicción a la nicotina usando ratas. Los resultados de este estudio fueron, sin embargo, retirados. Después se llevaron a cabo similares investigaciones por científicos canadienses, resultando en la innecesaria duplicación de estos tests en animales.
Liggett & Myers (fabricantes de Chesterfield y L&M), han llevado a cabo investigaciones de cigarrillos "seguros". Gran parte de este proyecto fue "un programa secreto de 10 millones de libras para crear un cigarrillo que no provoque cáncer a los animales de laboratorio". Su investigación fue exitosa, pero suprimida por los miedos de que pudiese implicar que los otros cigarrillos no fuesen seguros.
Los experimentadores de Liggett & Myers pusieron en las espaldas rasuradas de ratones condensados de humo de cigarrillo; se crearon tumores en la piel. Tras el experimento Liggett continuó reasegurando al público que creía que fumar no es dañino.
Pero la industria tabaquera no es la única participante en los experimentos con animales de tabaco. La mayoría de las investigaciones publicadas son conducidas por investigadores académicos o médicos sin conexión con la industria tabaquera. Esto es particularmente desafortunado a la hora de dar un aire público de credibilidad para estos tests con animales no humanos que la industria tabaquera sola probablemente no podría generar. Los proyectos de investigación "académica" han incluido el uso de perros, en la Universidad de Carolina del Sur, para investigar los depósitos de humo en el pulmón.
También se han usado perros, para examinar cómo el humo de los cigarrillos afecta a la respuesta del sistema nervioso y control de los pulmones. Se ha administrado humo de tabaco a conejillos de indias como modelo de constricción bronquiolar.
También se ha hecho que conejillos de indias inhalen humo para ver cómo afectaba a los niveles de los antioxidantes (protegen contra el cáncer) del cuerpo. Se usaron galgos en un estudio para asegurar los efectos del humo de los cigarrillos y la nicotina en la permeabilidad de las paredes de las arterias.
¿SON FIABLES PARA LOS HUMANOS LOS EXPERIMENTOS EN OTROS ANIMALES?
¿A alguien en su sano juicio se le ocurriría tomar una medicina para ratas?. Pues bien, la experimentación con animales produce medicinas para ratas que después se nos dan a los humanos, y en unos casos funciona y en otras no. Intentar aplicar los resultados de un experimento con ratones a hombres es como decirnos que no hay diferencias relevantes entre los unos y lo otros. Es verdad que algunos avances importantes de la ciencia se han debido a la experimentación animal, pero hay que dejar claro que no se trata de resultados científicos, sino de juegos de azar... unas veces dan los resultados, esperados y otras veces producen tragedias masivas.Las variables que entran en juego en el desarrollo de una patología incluyen factores ambientales, sociales, y en gran medida individuales, de manera que ante una situación idéntica, los resultados son muy diferentes, cosa que ya sabíamos porque todos conocemos personas ancianas fumadoras que gozan de excelente salud, mientras otras fallecen de cáncer de pulmón en plena juventud. La mayoría de las pruebas consisten en recrear situaciones; las enfermedades que desarrollan los animales en los laboratorios son inoculadas por humanos deliberada y artificialmente a individuos en principio sanos, a pesar de que la dolencia original humana se desarrolló durante décadas en condiciones que nada tienen que ver con los modelos experimentales.
Hay una serie de factores por los que no podemos considerar estos experimentos como fiables para los humanos:
1.- Primer factor de error: diferencias entre especies
Las diferencias entre seres enunciadas por Hipócrates se confirman incluso de madre a hijo, de un sexo a otro y, con más razón, de una especie a otra. Cada especie animal (e incluso cada individuo) posee un sistema inmunitario cuya función radica en la eliminación de posibles patógenos, células cancerígenas, etc. Esto implica que existe una susceptibilidad entre especies (o individuos) diferente frente a las infecciones por microorganismos (como ejemplo claro podemos recordar las miles de muertes que causaron los virus de los colonos españoles en los indígenas americanos, quienes no estaban inmunizados frente a la gripe).
Estas diferencias en el sistema inmunitario explican las reacciones de rechazo en los transplantes y, especialmente, en los xenotransplantes (entre diferentes especies). A pesar de los millones invertidos en la manipulación genética del sistema inmunitario de animales no humanos para crear transgénicos, y los experimentos consistentes en transplantar hígados de babuíno a cerdo, todos han acabado en fracaso.
Determinados animales utilizados para la investigación toleran sustancias nocivas o mortales para el humano, pero mueren o enferman con las que son inofensivas para nosotros. Por ejemplo los gatos metabolizan tan lentamente la aspirina que les resulta muy tóxica, las ratas no sintetizan la vitamina C, la penicilina es mortal para las cobayas, pero éstas, al igual que los pollos y los monos, pueden consumir grandes dosis de estricnina que mata a los humanos. La digitalina, tan beneficiosa para los humanos enfermos del corazón, fue declarada tóxica en 1.911 a raíz de experimentos en animales no humanos; el cloroformo es tóxico para los perros; una dosis de atropina, suficiente para matar a un ser humano, es insuficiente para conejos y cabras. El arsénico no daña a las ovejas, pero las almendras pueden matar a zorros y pollos; la morfina anestesia y calma al ser humano, pero excita violentamente a gatos y a ratones, etc.
Estos ejemplos denotan la falta de fiabilidad y validez de los datos extraídos de diferentes especies animales, ya que en última instancia hacen del ser humano el sujeto experimental final. Las diferencias entre especies nos confunden y apartan del camino científicamente correcto a seguir para desarrollar fármacos adecuados y pueden llegar a que se lancen al mercado fármacos perjudiciales o letales para los humanos.
Para el doctor Vernon Coleman "Se realice la cantidad de experimentos que se realice, los auténticos conejillos de indias son las dos o tres generaciones de humanos que utilizan una nueva técnica o un nuevo medicamento".
Tampoco sirven las pruebas efectuadas con animales para buscar fármacos efectivos contra el cáncer o el SIDA. Los animales no humanos desarrollan cánceres muy diferentes a los de los humanos y reaccionan de manera muy distinta a los fármacos.
2.- Segundo factor de error: mantenimiento y sufrimiento de los modelos
Los animales no humanos utilizados en la experimentación no pueden ser modelos fiables debido a las condiciones artificiales, tanto de su mantenimiento y cautiverio, como de las causas provocadas que los llevan a enfermar. En el laboratorio, los animales están privados de espacio, de luz natural, de vida social y son torturados, frecuentemente unos a la vista de los otros, de manera que los desequilibrios fisiológicos provocados por esta mezcla de ansiedad, dolor y terror necesariamente alteran de manera muy poco científica cualquier resultado obtenido por estos medios.
3.- Tercer factor de error: artificialidad
Además de las condiciones artificiales de vida de los animales utilizados, ésta mal llamada ciencia se empeña en recrear el fenómeno de la enfermedad, dejando la causa a un lado. Por ejemplo:
la investigación contra el cáncer se basa principalmente en recrear el fenómeno tumoral para erradicarlo, pero no en investigar las causas o los factores predisponentes de la enfermedad, que volverá a manifestarse. De hecho, sólo en humanos existen más de 200 tipos de cáncer que afectan los diferentes órganos, tejidos y células, y el desarrollo de los carcinomas en las diferentes especies animales es distinto.
Se intenta contagiar a animales sanos con las enfermedades que los humanos desarrollamos debido a factores genéticos, medioambientales, psicológicos, alimentarios o de comportamiento.
Se añade a ello que se administran las sustancias en los animales no humanos de forma distinta a la que se realiza en los humanos (por ejemplo, la nicotina administrada a ratas de forma intravenosa, mientras que en los humanos es inhalada).
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Por otro lado, a lo largo del tiempo, hemos ido interiorizando una serie de tópicos, conformando creencias que nos llevan más fácilmente a justificar los experimentos con animales no humanos. Algunas de ellas son:
Creencia nº1: Los demás animales son lo suficientemente parecidos al ser humano como para justificar la experimentación sobre ellos.
Realidad científica: La palabra "parecido" en el mundo de la ciencia verdadera carece por completo de significado. Si te dijeran que en la habitación de al lado no hay oxígeno, sino un gas "muy parecido" al oxígeno, ¿te atreverías a entrar? Si necesitaras una transfusión sanguínea, y te dijeran que no disponen de sangre humana sino tan sólo de una sustancia "muy parecida" a la sangre humana, ¿la aceptarías? Si te dijera que mis números de la lotería son "muy parecidos" a los números ganadores, ¿me felicitarías?.
Creencia nº 2: Es posible inducir sobre un animal sano una enfermedad humana contraída normalmente (lo que los investigadores llaman "el modelo animal de la enfermedad humana"). Realidad científica: Esto es imposible por definición. Tratar de inducir enfermedades humanas espontáneas (contraídas naturalmente y que provienen del interior) en un organismo sano constituye la "investigación experimental". Es imposible hacer aparecer una enfermedad en un animal sano (al igual que en un ser humano sano) sencillamente porque al "crearla", es artificial y por tanto ya no es la enfermedad original, la que se contrae naturalmente. Evidentemente, "inducir" y "espontáneo" son términos contradictorios.
Aunque en ocasiones sea posible inducir algunos de los síntomas de una enfermedad, nunca será la enfermedad en sí misma. La excepción a este hecho es el caso de las enfermedades infecciosas. Sin embargo, los animales no contraen enfermedades infecciosas humanas del mismo modo que nosotros no contraemos las suyas. Esta es la razón por la que los que practican la vivisección no pueden infectar ni un sólo animal con el virus del SIDA, a pesar de los esfuerzos realizados en la obtención de "un modelo animal de SIDA humano". Un animal no humano no puede contraer una enfermedad humana porque cada especie es una entidad bioquímica y biomecánica distinta.
Creencia nº 3: Es posible aprender la anatomía y fisiología humana a través del estudio de mamíferos, anfibios, peces y/o pájaros.
Realidad científica: Los animales son distintos de los seres humanos y entre sí genética, histológica, anatómica, fisiológica, inmunológica, emocional, psicológica, sexual y socialmente. Es evidente que la medicina humana no puede estar basada en la medicina veterinaria.
Creencia n º 4: Es posible predecir las reacciones humanas a los medicamentos, vacunas y otras sustancias químicas probándolas sobre animales.
Realidad científica: Los animales no humanos reaccionan a los medicamentos, vacunas y otras sustancias de manera diferente a las personas, y también entre ellos. Este es el motivo del incalculable daño para la salud humana causado por los productos farmacéuticos y las vacunas que han sido probados sobre otros animales.
Creencia n º5: La experimentación con animales es útil para aprender sobre sus enfermedades en las escuelas veterinarias.
Realidad científica: No puede obtenerse ningún conocimiento sobre las enfermedades de los animales estudiando animales enfermados artificialmente (investigación experimental). Por las mismas razones que en la nº 2. De igual modo, para estudiar medicina no se enferma deliberadamente a humanos, ni se les causan lesiones o muerte para poder ver las reacciones a determinados tratamientos ni para estudiar su fisiología.
Por lo tanto, las mayores desventajas de la experimentación en animales no humanos son:
- Desde el punto de vista ético: el uso y consideración que se hace de los demás animales como herramientas para buscar el beneficio humano, sin tener en cuenta que al tener sistema nervioso también sienten dolor, miedo, estrés, placer, etc., y por lo tanto también tienen interés en vivir y disfrutar de sus vidas en libertad como los humanos. La discriminación en función de la especie (especismo) es una discriminación tan injusta y arbitraria como la discriminación en función de la raza o el sexo (racismo y sexismo), de tal modo que no es justo experimentar en otros individuos con capacidad de sentir que sean de una raza, sexo o especie distinta a la nuestra.
- Desde es punto de vista científico: este tipo de experimentación genera problemas de extrapolación entre especies, gastos y tiempo excesivos.
Los centros de poder de la medicina oficial y de las todopoderosas corporaciones farmacéuticas difunden la idea de que el sufrimiento infringido a los animales es inevitable si queremos salvar vidas humanas y combatir enfermedades, del mismo modo que los nazis podían argumentar la experimentación de los judíos para ayudar a los humanos de raza aria.
Se estima que un 3,5% del descenso de la mortalidad entre los años 1900-1990 fue debido a la introducción de vacunas y tratamientos farmacológicos que no fueron descubiertos gracias a la experimentación con animales no humanos . La Asociación Antiviviseccionista de Médicos Suiza defiende que no solo ningún adelanto de la medicina se produce gracias a la vivisección, sino que además esto retrasa el progreso médico, pues es un método anticientífico. Según esta agrupación, "los datos proporcionados por experimentos con animales son falsos, caóticos, no fidedignos y no se pueden extrapolar al animal humano ni a otros animales". Incluso una defensora de la vivisección como es la poderosa Asociación Médica Americana reconoce que "a menudo los estudios con animales provocan poco o nada, y es muy difícil trasladarlos a humanos".
Esto se debe principalmente a que las enfermedades provocadas en los laboratorios no tienen nada que ver con las que sufren los humanos y no humanos de forma natural. Las diferentes especies animales reaccionan de forma distinta ante las mismas substancias. Cientos de medicamentos no dieron señal de toxicidad en los test con animales y después fueron retiradas del mercado por causar la muerte o trastornos graves en miles de personas. Otros medicamentos como la penicilina nunca se habrían comercializado si se ensayaran con cobayas y otros animales, para los que es un veneno mortal en pequeñas dosis.
El estrés, la angustia y el miedo al que están sometidos los animales de laboratorio alteran sus reacciones, y de sus respuestas no se puede sacar ningún tipo de conclusión.
Podría decirse que el objetivo de la ley no es la salud del paciente, sino los beneficios de los experimentos ya que con ellos la industria farmacéutica tiene cubiertas las espaldas frente a las demandas de pacientes intoxicados, pues sus productos pasaron por todos los controles legales. Los investigadores e instituciones siguen estando a nómina de la industria farmacéutica y los cazadores, traficantes y cuidadores de animales de laboratorio se siguen beneficiando.
Ningún avance científico es atribuible a los resultados de la experimentación en animales no humanos, sino a pesar de ellos y gracias a afortunadas coincidencias. La reducción de la mortalidad, el alargamiento de la esperanza de vida y la disminución y erradicación de algunas enfermedades que antes causaban estragos en nuestro medio (cólera, tifus, difteria, tuberculosis...) se deben a la mejora en la alimentación e higiene (alcantarillado, desinfección...) y a los análisis estadísticos y clínicos de la medicina preventiva y la epidemiología.
Así, cada vez son más las voces que se alzan contra estas prácticas, cuyos resultados son inciertos, confusos o desafortunados. Las atrocidades son de tal calibre que generalmente se mantienen ocultas a la opinión publica para evitar movimientos de protesta. Por otro lado, cada vez más científicos se han dado cuenta de que la experimentación con animales no humanos a menudo frena el avance de nuestra comprensión de las enfermedades de los humanos y su tratamiento. Por ejemplo, las pruebas con animales pueden dejar sin identificar algunos productos químicos que causan cáncer a las personas. En casos como en SIDA se encontrará una cura más deprisa si la experimentación se hace directamente sobre humanos voluntarios (y no hay escasez de voluntarios), ya que ¿porqué han de estar muriéndose personas por una enfermedad invariablemente fatal mientras se prueba una posible cura en animales que no suelen desarrollar SIDA?.
Una encuesta realizada en 1991 por esta asociación entre 500 profesionales de la medicina, dio como resultado que el 88% de ellos opinaba que este tipo de experimentos resultan confusos, debido a las diferencias anatómicas y fisiológicas entre los animales y los humanos.
"El 75% de los cánceres se presentan en la 2ª mitad de la vida, y un cierto número son debidos a que los productos testados sobre los animales y reconocidos como no tóxicos, a la larga resultan tóxicos para el ser humano". Claude Reims (prestidioso Biólogo francés).
Cuando leemos informes de experimentos que causan dolor y ni siquiera parecen encaminados a producir resultados realmente significativos, tendemos a pensar en un primer momento que debe de haber alguna otra razón que no alcanzamos a comprender. Pero cuando profundizamos más en el tema lo que parece trivial en la superficie resulta ser realmente trivial.
Roger Ulrich, un investigador que escapó a su condicionamiento y reconoció que causó años de tortura a los animales no humanos, comentó: "Al inicio, mi investigación fue motivada por el deseo de comprender y ayudar a resolver el problema de la agresión humana, pero posteriormente descubrí que los resultados de mi trabajo no parecían justificar su continuación. Al contrario, empecé a preguntarme si quizá las prestaciones económicas, el prestigio profesional, la oportunidad de viajar, etc no serían los factores que me interesaran y nosotros, los miembros de la comunidad científica (patrocinados por nuestro sistema burocrático y legislativo), no seríamos en realidad parte del problema".
Este proceso se conoce como ceguera ética condicionada, pero no son sólo los experimentadores los que sufren esta ceguera. Las instituciones de investigación a menudo contestan a sus críticos diciéndoles que disponen de un veterinario para cuidar de los animales. Se supone que esto nos va a tranquilizar debido al mito de que todos los veterinarios son personas que quieren a los animales y no permiten que se les haga sufrir innecesariamente. Por desgracia muchas veces esto no es así. En estos casos los veterinarios ofrecen "cuidado rutinario" a los animales que sufren abuso “innecesario”. ¿Esta es la meta de la profesión veterinaria?.
"Ahora, cuando las nuevas investigaciones han permitido progresos reales y han demostrado ampliamente el carácter no científico de la vivisección, cabe preguntarse por qué la gente se empeña aún en utilizar animales en los laboratorios". Dr. L.Franken
5.- MÉTODOS ALTERNATIVOS (SIN USO DE ANIMALES NO HUMANOS)
Los centros de poder de la medicina oficial y de las poderosas corporaciones farmacéuticas difunden la idea de que el sufrimiento infringido a los animales no humanos es inevitable si queremos salvar vidas humanas y combatir enfermedades, pero además de que es éticamente reprochable que se siga haciendo, debemos saber que existen métodos de prueba sin perjudicar a los demás animales, como se puede ver más abajo.
Son pruebas fiables, económicas y libres de sufrimiento. Otro tema es que a las industrias que viven de ello les interese sacarlas a la luz o utilizarlas, si con ello ven inicialmente mermados sus ingresos.
¿Qué tipo de alternativas son usadas hoy en dia?.
-El sistema de cultivo de tejidos humanos se perfila como el principal medio al alcance de la ciencia para sustituir a los animales en los laboratorios, resultando más económico y fiable (al tratarse de tejidos humanos).
-Hay métodos físico-químicos, modelos matemáticos y córneas de bancos de ojos.
-El avance de la tecnología informática permite realizar predicciones por ordenador, un método de enseñanza menos cruento e igual de eficaz.
-Se dispone de estudios de población - que tan buen resultado están dando en medicina preventiva - y de la observación directa de los pacientes por parte de sus médicos.
-Hay múltiples bases de datos de pruebas ya hechas, y las compañías también pueden formular productos con el uso de ingredientes que ya han sido determinados como seguros.
-Se trabaja también con el cultivo de bacterias (el test de Ames), y pruebas en voluntarios humanos con técnicas no invasivas: como RNM, TAC, TEP, etc...
-Las autopsias son un método no suficientemente valorado, aunque mucha de la información que aportan no se puede obtener de otros modos.
-Vigilancia tras el lanzamiento de un medicamento, podría parecer que la necesidad de tal estudio es obvia: En realidad, ésta no se está llevando a cabo con el rigor necesario, debido a la política de las compañías farmacéuticas y a la equivocada confianza en los experimentos en animales que éstas promueven.
Las pruebas específicas son:
-Eytex es una prueba completamente in-vitro que mide la irritación del ojo a través de un sistema de alteración de proteínas. Una proteína vegetal del frijoles de jack imita la reacción de la córnea a una substancia extraña. (Esta opción es usada por Avon en vez de la cruel prueba de irritación del ojo Draize).
Investigadores europeos han inventado seis nuevos ensayos farmacéuticos para medicamentos en los que se usarán células sanguíneas humanas en lugar de conejos, lo que permitirá salvar la vida cada año en la UE a 200.000 individuos de esta especie. El visto bueno de la UE a estas pruebas animará a las empresas a adoptarlas, garantizará la inocuidad y la calidad de los medicamentos y limitará el uso de animales no humanos en la investigación.
-Skintex es un método in-vitro para estimar la irritación de la piel que usa la corteza de la calabaza para imitar la reacción de una sustancia extraña en la piel humana (Tanto Eytex como Skintex pueden medir 5.000 materiales diferentes).
-EpiPack usa tejidos humanos clonados para analizar substancias potencialmente dañinas.
-Neutral Red Bioassay consiste en células humanas cultivadas que son usadas para calcular la absorción de un tinte soluble en agua para medir la toxicidad relativa.
-Testskin usa piel humana cultivada en una bolsa plástica estéril y puede ser usada para medir el grado de irritación, etc. (Este método es usado por Avon, Amway, y Estee Lauder).
-Topkat es un programa de computadoras que mide la toxicidad, mutagenicidad, carcinogenicidad, y teratonogenicidad. (Este método es usado por las Fuerzas Armadas Estadounidenses, la Agencia de Protección Ambiental, y la Administración de Comida y Drogas).
-Método de Difusión en Agarosa, que analiza la toxicidad de elementos plásticos y sintéticos usados en instrumentos médicos, como válvulas para el corazón, coyunturas artificiales, y líneas intravenosas.
Algunos de los avances conseguidos sin utilizar animales no humanos:
-Procedimientos quirúrgicos: Extracción del apéndice, piedras renales, ovarios cancerosos, reparación de aneurismas cardíacos, etc.
-Antibióticos
-Anestésicos y analgésicos: Introducción del cloroformo, éter y muchos otros
-Distintos medicamentos: La introducción de las primeras medicinas efectivas contra la leucemia infantil, como el importante anticancerígeno metrotexato, el cromoglicato de sodio (tratamiento contra el asma), medicamentos de nitrito (para la angina de pecho), quinina (para la malaria), y muchas otras.
Algunas de las empresas que testan sus productos en animales:
+ACE
+ADIDAS
+AIR WICK
+AXE
+BINACA
+BLACK & DECKER
+CLOSE-UP
+COLGATE
+CORAL
+CUTEX
+LANCASTER
+EAU JEUNE
+EVAX
+FAIRY
+GILLETTE
+BIC
+BRAUN
+DURACELL
+ORAL-B
+H & S
+HARPIC
+HUGO BOSS
+JOHNSON & JOHNSON
+KLEENEX
+LISTERINE
+L'OREAL
+NENUCO
+PATO WC
+POND'S
+PROFIDEN
+PRONTO
+REXONA
+SCHWARZKOPF
+SCOTCH BRITE
+SIGNAL
+TIMOTEI
+VICKS
+YVES SAINT LAURENT
Fuente: www.stopexperimentacionanimal.org/
No he puesto fotos porque evidentemente son muy fuertes.
Si queréis más información, visitad www.stopexperimentacionanimal.org/