Bueno, ya estamos de nuevo con querer meter los libros de por medio.
Creo que dejé claro que me refería a las películas, pero bueno, si nos ponemos a hablar de calidad cinematográfica, los 17 oscars de la trilogía de Jackson frente a los tan sólo 7 de las 6 pelis de Lucas, es un dato significativo ya. Vean ustedes mismos la proporción.
6 películas de Lucas (el doble que las pelis de ESDLA) - 7 oscars
3 películas de Jackson (la mitad que las pelis Star Wars) - 17 oscars
Dato curioso a tener en cuenta.
Pero como sé que ya empezarán a saltar por ahí los críticos más acérrimos y a cuestionar la credibilidad de estos premios (el caso es que sólo suelen estar de acuerdo cuando se les toca una película icónica de ellos), voy a centrarme en eso que dijo Trufa, lo de la supuesta originalidad de una producción frente a una adaptación.
Y digo supuesta porque, si conociéseis un poquito la trayectoria de Lucas, sabríais que siempre ha querido llevar al cine la obra de Tolkien. De hecho, ya lo intentó con la producción de "Willow", si os fijáis los paralelismos con ESDLA son brutales, sólo hay que cambiar unos cuantos detalles y ya está, nos ahorramos esos engorrosos problemas de derechos de autor.
¿Qué estoy diciendo con esto, que Star Wars es un plagio descarado de la obra de Tolkien? Exacto, eso mismo.
Lucas es así, ha logrado reunir en una especie de collage todos los elementos que quería de unas obras y otras, y hacer su propia historia (por poner un ejemplo, la pareja cómica de los androides que acompaña toda la saga, es sacada de una peli de Kurosawa en la que dos sirvientes atontados deben escoltar a una princesa a través de un yermo páramo lleno de peligros), sólo que la mayor influencia la tomó practicamente de nuestro buen Tolkien.
El muchacho campesino, ajeno al mundo exterior, que es sacado de su entorno sencillo y aislado para vivir la gran aventura de su vida, la que cambiará el curso del mundo, acompañado o guiado claro está por ese buen mentor de nivel más alto (ya se llame Gandalf o Obi Wan Kenobi), paciente, sabio, aleccionador de consejos valiosos, y que, casualmente, en la mitad de su epopeya, la gran cruzada, los avatares del destino hacen que abandone al joven muchacho a su suerte (una muestra más para que el prota demuestre su valía, una lección, una prueba consigo mismo).
¿Sigo? Es que las similitudes son infinitas.
Durante toda esa parte en "relativa" soledad del joven prota, en los momentos de más dureza los flachbaks están a la orden del día (la bruma de un Gandalf en el recuerdo: "Recuerda joven Frodo, que bla bla bla...", o un Obi Wan: "Recuerda Luc, el secreto está en la fuerza bla bla bla...".
Luego el grupo de valerosos acompañantes que acompaña al joven prota durante su aventura, incluido los dos secundarios cómicos que, en su medida, intentan aportar su granito de arena. Por cierto Kurono, una descripción bastante mediocre de la comunidad del anillo, dicho así, parece que describieras a una compañía de circo. No sé tú, pero a mi Chewaka me parece sacado de ese cine casposo de serie B de películas de terror de los 70.
El malo malísimo, corpóreo o incorpóreo, qué más da, es el mismo concepto de Mal, con letras mayúsculas, por encima de ese insignificante personaje protagonista, la oscuridad, con su gran ejército y jerarquía de mando.
En fin, como detalle significativo, Lucas aporta su toque de originalidad con su "Luc, yo soy tu padre", intentando desvincularse un poquito de todo este descarado plagio he intentar imprimir cierta originalidad, pareciendo transmitir ese aspecto de dualidad del bien y del mal en el individuo.
Luego el tema de razas y criaturas, cualquier fan de Tolkien sabe que, en el gran borrador, su mundo creado a partir de un amplio despliegue de apuntes y archivos del escritor para esta Tierra Media imaginaria, están plagados de éstas, de las cuales en su obra publicada, la gran trilogía, no aparecen ni un 50% de ellas (no me pregunten por qué lo sé, sólo alegaré que soy un frikazo). Lucas para el tema de sus monstruitos lo traduce en rollo interplanerio, y les da lenguas extrañas al igual que hace Tolkien con sus razas y criaturas.
Podría seguir poniéndoos 200.000 ejemplos pero los puristas de Star Wars seguirían en sus 13. Con esto sólo quise dejar claro lo del tema libros y originalidad y todo eso.
En el tema películas no entraré siquiera, a la vista está que prefiero la fantasía épica a la espacial, las espadas y las hachas abriendo tajos de sangre en un campo de batalla que a espadas lasers, droides, naves y futurismos varios.