Cómo cocinar un gato a la cacerola

Abyss escribió:  

Abraxas escribió:No existe animal carnívoro que, dado el caso de tener hambre, no comiese carne humana. Los animales no tienen escrúpulos.


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Fabri escribió:¿De qué te ries si puede saberse? si le das a una gallina una sardina apenas sí dejará alguna espina. Si te cortas un dedo y haces lo propio pues lo mismo; tal como con cualquier tipo de carne cruda o cocinada.

Fabri escribió:No todos somos urbanitas que no hemos visto una gallina en la vida, Trufa, un respeto y no insultes mi inteligencia. Si de verdad te crees que una gallina no come cualquier tipo de carne que le tires vas a tener que explicarme que clase de documentales has visto.

Caín escribió:Mi abuela solía tener una gallina gorda y gigante como pavo... le daba flojera correr de tan gorda, pero me veía con unos ojos... creo que si hubiera sido más agil, me habría alcanzado y comido viva. Y no me hubiera dejado ni una vértebra. 

Y también solía tener un coconito, muy mono él me perseguía por todo el patio y el corral con una furia... Cómo explicas esos instintos asesinos, Trufa?? eh?? Porque yo no lo hice nada ni a la gallina ni al cocono, salvo darles de comer para que se pusieran sabrosos.

Fabri escribió:Eres tan previsible como cualquier vegana/o todos unos etólogos biologos letrados de la hostia frente al resto de la humanidad, paletos sin remedio que no tienen ni idea de tratar animales. Como yo, años de etología con Lucy Rees enfocada en caballos, si es que coño sabré yo.

En mi pueblo se conoce a las gallinas como "pitu de caleya" el nombre viene porque precisamente las buenas gallinas que luego se usaban para carne eran siempre las que estaban sueltas "pastiando" (comiendo hierba) y como hacían los paletos bárbaros dándoles las sobras por la noche, que muchas veces pues incluían pescado ya que aquí se vive al lado del mar y el pescar es como andar en bici. Generalmente además de esas sobras todos los días recuerdo a los paisanos dándoles un cazo de grano a sus gallinas, que venían a refugiarse por la noche al corral de los depredadores. La rutina de mi abuelo era siempre darles las sobras después de comer y grano a las cinco en punto, mientras el resto del día las gallinas se paseaban por donde les venía en gana por toda la finca.

No, los dinosaurios eran buenos.