Ingredientes:
1 gato
1 lata de crema de champiñones
1 cubo de caldo de carne
1 diente de ajo
6 latas de cerveza
1 Cucharada de merkén
Primero, ubique al gato en una tabla de picar y con un cuchillo carnicero o un hacha de cocina retire la cabeza, la cola y las patas del animal. Después de esto, haga un corte longitudinal en el abdomen del animal. Con su mano, retire todos los órganos internos. Utilice un guante para esta operación. Deseche los órganos, especialmente el hígado. Aunque este se vea sabroso, generalmente el hígado de los gatos suele ser demasiado tóxico para el consumo humano.
El siguiente paso es despellejar al animal. Para esto no hay gran ciencia: con un buen cuchillo corte la piel y jale como si fuera un chancho. Una vez pelado, se recomienda lavar la carne: a nadie le gustan los pelos de gato en el almuerzo.
Ahora estamos listos para cocinar.
Lo primero que debe hacer es remojar el cuerpo en agua con sal durante 24 horas para suavizar la carne. Tras esto, sumerja la carne en cerveza durante 6 horas. Escurra la carne y póngala en una olla de barro junto con las sopas de champiñones, el ajo, la cucharada de merkén y el cubo de caldo de vacuno. En esta etapa siéntase libre de sazonar a gusto.
Cocine a fuego lento por seis horas. Si no tiene una olla de barro, se recomienda cocer en un horno a 350 grados durante dos a tres horas.
Este plato se puede acompañar con puré y verduras hervidas.
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