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Cómo descubrir el futuro de la medicina y, de paso, acabar con las borracheras
El antídoto contra la intoxicación etílica está más cerca de lo que pensamos. (Efe)
Domingo por la mañana tras una noche de borrachera. Tu cabeza está a punto de explotar y deseas volver atrás en el tiempo para rechazar esa “última copa”, siempre traicionera. No tienes fuerzas para levantarte de la cama y piensas, una vez más, que alguien debería inventar una cura efectiva para la resaca. Ánimo, es posible que tamaño deseo deje de ser ciencia ficción.
Un equipo de investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) parece haber encontrado lo que muchos científicos llevan buscando desde hace décadas: un antídoto efectivo contra la intoxicación etílica. En un estudio que acaba de publicarse en la revista Nature Nanotechnology, el profesor de química e ingeniería biomolecular, Yunfeng Lu, describe satisfactoriamente un procedimiento farmacológico gracias al que podríamos eliminar el alcohol de nuestro cuerpo con más rapidez. Según el estudio, que se ha probado con éxito en ratones, bastaría tomar una pequeña cápsula con dos enzimas para que éstas imiten el funcionamiento del hígado, metabolizando el alcohol en el sistema digestivo.
“La píldora actúa de una forma extremadamente similar al hígado”, explica Lu en el estudio. En su opinión, “si se sigue investigando, podría usarse como medida preventiva o antídoto contra la intoxicación etílica”.
Los efectos se notan en 45 minutos
Los científicos probaron los efectos de la píldora en dos escenarios: después del consumo de alcohol, y a la vez que se tomaba éste.
La píldora funciona como antídoto y como profilácticoCuando se daba a los ratones como antídoto, después de haberles administrado alcohol, la píldora lograba acelerar notablemente la metabolización de éste. Los niveles de alcohol en sangre de los ratones que habían tomado el fármaco eran, pasados 45 minutos, un 15,8% menores que los del grupo de control. Tras 90 minutos los niveles eran 26,1 % menores, y tras tres horas, un 34,7% más bajos.
La píldora también funcionó cuando se administraba ésta al mismo tiempo que se consumía el alcohol, a modo de profiláctico. A los 45 minutos los ratones que habían tomado la píldora tenían un 10,1% menos de alcohol en sangre que sus compañeros que no la habían ingerido, a los 90 minutos era un 31,8% menor y a las tres horas un 36,8%.
Imitando funciones vitales en minicápsulas
El objetivo del equipo de Lu era imitar el proceso por el que el hígado metaboliza el alcohol, sin la necesidad de que participara éste. Una empresa difícil, ya que las enzimas que realizan el proceso trabajan conjuntamente para transformar moléculas y eliminar las toxinas. Es por ello que no basta con ingerir una determinada enzima, sino un conjunto de ellas, para imitar los procesos químicos de los que son responsables ya que, de hecho, pueden ser peligrosas si actúan por separado.
El proceso de eliminación del alcohol del cuerpo se produce de diversas formas, pero el estudio trató de imitar la oxidación del etanol por medio de la catalasa. En el proceso participan dos enzimas: la alcohol oxidasa, que provoca la oxidación del alcohol, pero además produce peróxido de hidrógeno, un residuo tóxico muy común del metabolismo celular, y la catalasa, que descompone el peróxido de hidrógeno en oxígeno y agua. Sólo juntando ambas enzimas se puede acabar con el alcohol del cuerpo de forma satisfactoria.
Las nanocapsulas imitan la estructura celular encargada de desencadenar las reacciones químicas en nuestro organismoLos investigadores colocaron ambas enzimas en una cápsula de polímeros de tan solo 10 nanómetros de diámetro y unas paredes de sólo un nanómetro de grosor (aproximadamente 100.000 veces más delgado que un pelo humano). Esta nanocápsula imita la función de un orgánulo, la estructura celular encargada de desencadenar las reacciones químicas en nuestro organismo, lo que, además de proteger a las enzimas, permite que entren en las moléculas de alcohol como si hubieran sido generadas en el hígado.
Para que el antídoto contra la borrachera llegue a las farmacias habrá que superar, no obstante, otro problema. El proceso de oxidación del alcohol produce otro intermediario tóxico, el acetaldehído, que es el principal responsable de la resaca. Este compuesto orgánico es 20 veces más tóxico que el alcohol y produce diversos efectos negativos en el organismo, incluidos posibles efectos cancerígenos. Según Lu, aunque aún no se conoce una enzima que pueda eliminarlo del organismo, en cuanto esta se desarrolle se podrá incorporar a la píldora, para que sea realmente efectiva, algo para lo que no ve “ningún obstáculo importante”.
El futuro de la medicina: imitar procesos enzimáticos
En opinión de los investigadores, “teniendo en cuenta la enorme cantidad de enzimas que conocemos, y de las que podemos disponer”, este tipo de nanocápsulas podrían elaborarse para todo tipo de aplicaciones, y en ellas reside el principal logro del equipo. Estos nanocompuestos, explica el estudio, confieren una eficiencia y estabilidad a las enzimas, imposible de lograr si se liberan por separado.
El mismo equipo está desarrollando una nanocápsula para eliminar la hormona masculina que provoca la caída del cabello.Los científicos se han mostrado sorprendidos con los resultados del estudio. Para Jan Van Hest, profesor de química orgánica en la Universidad Radboud de Niejmegen (Hollanda), “es un intento muy elegante de usar las enzimas de forma controlada”. En declaraciones a The Scientist ha explicado que “se trata de un enfoque muy genérico” por lo que podrá utilizarse para muchas otros cuestiones. “Lo que han hecho, muy inteligentemente, es combinar el control de la posición que da el uso de uso de andamios de ADN con la robustez que otorgan las cápsulas de polímero”, explica Van Hest. “Hasta el momento”, asegura el químico, “las enzimas se combinaban de manera muy rudimentaria. Si necesitas un control mayor, esta es sin duda una buena manera de lograrlo”.
Actualmente, el equipo de Lu está trabajando con Kythera, una biofarmacéutica para la que están desarrollando una nanocápsula para eliminar la hormona masculina que provoca la caída del cabello.
El antídoto contra la intoxicación etílica está más cerca de lo que pensamos. (Efe)
Domingo por la mañana tras una noche de borrachera. Tu cabeza está a punto de explotar y deseas volver atrás en el tiempo para rechazar esa “última copa”, siempre traicionera. No tienes fuerzas para levantarte de la cama y piensas, una vez más, que alguien debería inventar una cura efectiva para la resaca. Ánimo, es posible que tamaño deseo deje de ser ciencia ficción.
Un equipo de investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) parece haber encontrado lo que muchos científicos llevan buscando desde hace décadas: un antídoto efectivo contra la intoxicación etílica. En un estudio que acaba de publicarse en la revista Nature Nanotechnology, el profesor de química e ingeniería biomolecular, Yunfeng Lu, describe satisfactoriamente un procedimiento farmacológico gracias al que podríamos eliminar el alcohol de nuestro cuerpo con más rapidez. Según el estudio, que se ha probado con éxito en ratones, bastaría tomar una pequeña cápsula con dos enzimas para que éstas imiten el funcionamiento del hígado, metabolizando el alcohol en el sistema digestivo.
“La píldora actúa de una forma extremadamente similar al hígado”, explica Lu en el estudio. En su opinión, “si se sigue investigando, podría usarse como medida preventiva o antídoto contra la intoxicación etílica”.
Los efectos se notan en 45 minutos
Los científicos probaron los efectos de la píldora en dos escenarios: después del consumo de alcohol, y a la vez que se tomaba éste.
La píldora funciona como antídoto y como profilácticoCuando se daba a los ratones como antídoto, después de haberles administrado alcohol, la píldora lograba acelerar notablemente la metabolización de éste. Los niveles de alcohol en sangre de los ratones que habían tomado el fármaco eran, pasados 45 minutos, un 15,8% menores que los del grupo de control. Tras 90 minutos los niveles eran 26,1 % menores, y tras tres horas, un 34,7% más bajos.
La píldora también funcionó cuando se administraba ésta al mismo tiempo que se consumía el alcohol, a modo de profiláctico. A los 45 minutos los ratones que habían tomado la píldora tenían un 10,1% menos de alcohol en sangre que sus compañeros que no la habían ingerido, a los 90 minutos era un 31,8% menor y a las tres horas un 36,8%.
Imitando funciones vitales en minicápsulas
El objetivo del equipo de Lu era imitar el proceso por el que el hígado metaboliza el alcohol, sin la necesidad de que participara éste. Una empresa difícil, ya que las enzimas que realizan el proceso trabajan conjuntamente para transformar moléculas y eliminar las toxinas. Es por ello que no basta con ingerir una determinada enzima, sino un conjunto de ellas, para imitar los procesos químicos de los que son responsables ya que, de hecho, pueden ser peligrosas si actúan por separado.
El proceso de eliminación del alcohol del cuerpo se produce de diversas formas, pero el estudio trató de imitar la oxidación del etanol por medio de la catalasa. En el proceso participan dos enzimas: la alcohol oxidasa, que provoca la oxidación del alcohol, pero además produce peróxido de hidrógeno, un residuo tóxico muy común del metabolismo celular, y la catalasa, que descompone el peróxido de hidrógeno en oxígeno y agua. Sólo juntando ambas enzimas se puede acabar con el alcohol del cuerpo de forma satisfactoria.
Las nanocapsulas imitan la estructura celular encargada de desencadenar las reacciones químicas en nuestro organismoLos investigadores colocaron ambas enzimas en una cápsula de polímeros de tan solo 10 nanómetros de diámetro y unas paredes de sólo un nanómetro de grosor (aproximadamente 100.000 veces más delgado que un pelo humano). Esta nanocápsula imita la función de un orgánulo, la estructura celular encargada de desencadenar las reacciones químicas en nuestro organismo, lo que, además de proteger a las enzimas, permite que entren en las moléculas de alcohol como si hubieran sido generadas en el hígado.
Para que el antídoto contra la borrachera llegue a las farmacias habrá que superar, no obstante, otro problema. El proceso de oxidación del alcohol produce otro intermediario tóxico, el acetaldehído, que es el principal responsable de la resaca. Este compuesto orgánico es 20 veces más tóxico que el alcohol y produce diversos efectos negativos en el organismo, incluidos posibles efectos cancerígenos. Según Lu, aunque aún no se conoce una enzima que pueda eliminarlo del organismo, en cuanto esta se desarrolle se podrá incorporar a la píldora, para que sea realmente efectiva, algo para lo que no ve “ningún obstáculo importante”.
El futuro de la medicina: imitar procesos enzimáticos
En opinión de los investigadores, “teniendo en cuenta la enorme cantidad de enzimas que conocemos, y de las que podemos disponer”, este tipo de nanocápsulas podrían elaborarse para todo tipo de aplicaciones, y en ellas reside el principal logro del equipo. Estos nanocompuestos, explica el estudio, confieren una eficiencia y estabilidad a las enzimas, imposible de lograr si se liberan por separado.
El mismo equipo está desarrollando una nanocápsula para eliminar la hormona masculina que provoca la caída del cabello.Los científicos se han mostrado sorprendidos con los resultados del estudio. Para Jan Van Hest, profesor de química orgánica en la Universidad Radboud de Niejmegen (Hollanda), “es un intento muy elegante de usar las enzimas de forma controlada”. En declaraciones a The Scientist ha explicado que “se trata de un enfoque muy genérico” por lo que podrá utilizarse para muchas otros cuestiones. “Lo que han hecho, muy inteligentemente, es combinar el control de la posición que da el uso de uso de andamios de ADN con la robustez que otorgan las cápsulas de polímero”, explica Van Hest. “Hasta el momento”, asegura el químico, “las enzimas se combinaban de manera muy rudimentaria. Si necesitas un control mayor, esta es sin duda una buena manera de lograrlo”.
Actualmente, el equipo de Lu está trabajando con Kythera, una biofarmacéutica para la que están desarrollando una nanocápsula para eliminar la hormona masculina que provoca la caída del cabello.
