por Fabri Miér Mayo 23, 2012 5:55 am
Copio y pego un tochopost mío, que hoy estoy vago.
Yo crecí con los últimos coletazos de la conocida "generación ni-ni" española que estaba en su cenit justo antes del acabose de la burbuja inmobiliaria. Recuerdo como con 16 muchos compañeros se daban el piro para poner ladrillos para a los 18 tener una hipoteca, un Mercedes ¡y la vida encauzada! Primera hostia para miles de ellos y muchos casos sin remedio que siguen en el Limbo del ni-ni, hasta hace poco la mayoría vivía de los subsidios del paro que evidentemente se acaban. Primeros culpables, por supuesto quienes cayeron en la dicha del consumismo y vivir "el sueño español", segundos los lumbreras que basaron una economía en algo que se quema tan rápido como una servilleta, es decir, el ladrillo y por supuesto los bancos como la Orquesta del Titanic mientras el barco sigue hundiéndose.
Después la educación, no me refiero a la de mis padres, que ese es otro tema si no a la impartida por la escuela. Jamás, he logrado adaptarme al sistema educativo español. Contenido teórico en su mayor parte inútil y ejercicios de memoria pura y dura. Las dos claves del éxito para el estudiante pero ¿cultura, práctica, pensamiento individual, raciocinio, filosofía? Algo hay, más bien poco, especialmente en lo que a práctica se refiere. El estudiante debe dedicarse a memorizar cual acólito del Corán lecciones que después del exámen de turno ni siquiera recuerda, terror generalizado entre los estudiantes los exámenes globales de teoría "¡pero hay que estudiarlo todo otra vez!" No me jodas, pues he aquí el quid de la cuestión por la que yo me pregunto "¿para que han servido los tres trimestres anteriores?" Donde quedaron por cierto las sabias enseñanzas de Sócrates el cual guiaba a sus alumnos, no les daba una verdad absoluta. Recuerdo una de las mayores lecciones de mi vida y que me dio un profesor de literatura, enano cual Tyrion Lannister por cierto. Nos dio a leer La Colmena de Camilo José Cela, ignorantes en su día nosotros de la biografía del autor. Prácticamente a todos nos encantó el libro, cuando se lo dijimos al profesor este nos respondió "¿Sí? ¿Sabéis también que Camilo José Cela fue un delator de opositores al régimen franquista y censor?" Lecciones como esta, aprender a juzgar como gente adulta, imparcial y sin prejuicios una obra por dicha obra y no por quien la escribe no la enseñan todos los profesores.
Razón por la cual siempre he tenido un comportamiento poco ortodoxo en mi educación obligatoria y de bachiller. Mi respuesta a dicho sistema siempre ha sido hacer los exámenes de septiembre, con facilidad pasmosa y preparándolos de forma prácticamente autodidacta en dos semanas, sin problema, así pues ¿para que sirven 9 meses de confinamiento en un instituto? En la mayor parte de asignaras a excepción de matemáticas y filosofía sobretodo me aburría enormemente. Que esa es otra, jornada continua ¿para qué coño existe? El alumno modelo debe madrugar todos los días laborables, pasarse seis horas en el instituto y cuando llega a casa...seguir estudiando ¿por qué? Actualmente en la universidad la mayor parte de mi trabajo lo hago en mi horario universitario, por la tarde trabajo para costearme mis gastos y en contadas ocasiones también dedico tiempo para algún examen pero no me paso veinte horas a la semana memorizando ni en época de exámenes finales. La práctica generalizada en clase me enseña por sí sola la mayor parte de la teoría necesaria.
Sobra decir que no estoy estudiando en España, no era el primer plan pero hubo varios motivos para ello. El primero fue el dinero, las escuelas públicas están bien si quieres hacer algo típico como derecho, médico, ingeniero, economías, etc...pero agárrate los machos como quieras encontrar una carrera digna orientada a algo más artístico y/o creativo. En su lugar por supuesto encuentras colegios privados, muchos que en cuanto rascas un poco casualidades de la vida encuentras que los hilos los llevan asociaciones de "bien" como el Opus. El estándar son 20.000€ y redondeando a la baja, sin contar la estancia si no vives en Madrid o Barcelona. El material y después la moral para aguantar a los pijos que en su mayoría llenan las aulas de dichos colegios. Por último está la titulitis, mal floreciente sobretodo en España, ve con tu flamante título de ESNE por ejemplo a una empresa europea de marketing por delante de tu proyecto final de carrera y tendrás suerte si te hacen caso. En mi universidad trabajamos de forma semi-profesional prácticamente desde el segundo año la mayoría antes de salir ya tenemos años de experiencia constatados en nuestro currículo; elemento de verdadero valor para una empresa junto tu talento demostrado y no el trozo de papel firmado por Su Majestad y la calificación media en sus exámenes. Es decir y en resumidas cuentas...saber trabajar. Mi hermano terminó derecho con notas altas, tuvo que pasarse tres años haciendo un máster para "aprender a ejercer de abogado" y ahora está trabajando para una asesoría jurídica, por una miseria y sin contrato ¿y esto es un sistema aceptable o el problema está en la educación de los zagales?
Por último, la educación de los padres. A esto solo diré que no sé de donde puede sacar tiempo una pareja de padres estándar cuando ambos trabajan para poder costear las exigencias consumistas que "impone" la sociedad neoliberal y al mismo tiempo educar a sus hijos. Y eso no se arregla poniendo una fusta en la mano del profesor como de vez en cuando leo por parte de algún iluminado.