por Abraxas Vie Mayo 25, 2012 9:07 am
Vivimos sobre un pedazo de roca lanzada hacia la nada, en un Universo que se expande a velocidades inimaginables, en donde solo perduramos porque somos tan pequeños que los accidentes a escala cósmica se suceden en periodos de tiempos extensísimos para nuestros parámetros, en donde todo lo que vemos es ilusión fabricada por nuestro cerebro en su camino evolutivo para ajustar las limitaciones de un ente para que sea apto para sobrevivir en el puto medio ambiente que le tocó en suerte.
Nadie puede ser felíz sabiendo esto, el terrible azar gobierna todo. A causa de esto, desde los más primitivos que endiosaron a los fenómenos atmósfericos, a lo que no comprendían; hasta los más modernos que creen en mitos para justificar una existencia absurda.
La vida se justifica por si misma, es una rueda que gira por si misma. reencarnación, karma, dioses, justicia, paraíso, infierno, verdad, mentira, todos símbolos que vienen hacia uno y uno estira la mano para asirlos y como pompas de jabón explotan dejando escapar el aire que encierran.
No queremos saber la verdad, no queremos conocer la realidad, porque somos parte de la vida y como parte de ella, luchamos por cambiar todo y de imponernos al medio, a sobrevivir y dominar el puto universo, ahí esta el desafío, esa debiera ser la creencia, no las morales que surgen de las debilidades, sino la moral que está sintonizada con la vida, luchando por el poder.
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