Robert Crumb es un dibujante y músico estadounidense nacido en 1943 en Filadelfia, Pensilvania. Se le considera una de las figuras más destacadas del cómic underground. Fue hijo de un militar y tuvo una educación conservadora y religiosa. Conoció el mundo de los cómics a través de su hermano quien le prestaba los comic books de grandes maestros como Segar (Popeye). En 1967 se muda a San Francisco en pleno apogeo de la época hippie y del LSD. Ahí editó Zap Comix, considerado como la primera obra underground. En esta publicación, Crumb trata temas espinosos para la época como el sexo o las drogas de manera totalmente irreverente. Quizá su historia más conocida sea El gato Fritz, ambientado en los años 60. Posteriormente se realizó una adaptación de este comic al cine, pero Crumb nunca estuvo de acuerdo. Fritz murió en 1972. Crumb también se dedicó al diseño de portadas de discos para bandas como Big Brother and the Holding Company e incluso rechazó una oferta de los Rolling Stones. Más tarde se casó con Aline Kominsky, también dibujante con la que algunas veces colaboró. Se dedicó por esos años a sus historias autobiográficas, como La historia de mi vida o Mis problemas con las mujeres. De igual manera incursionó en la música con su banda Cheap Suit Serenaders. Actualmente reside en Francia.
Las historietas de Crumb, como las autobiográficas, son todas políticamente incorrectas. Utiliza el sarcasmo y el cinismo para criticar la sociedad que le rodea y no duda en llamar a las cosas por su nombre o expresar lo que piensa. Quizá por eso su lectura puede resultar incómoda a algunos. Igual se la toma contra los alemanes, contra las mujeres o los negros. De igual manera no duda en ningún momento en revelar sus manías de todo tipo o sus “perversiones” sexuales. De igual manera, paralelamente al argumento, el estilo de dibujo de Crumb es muy particular. Recuerda a dibujos como el de Popeye, pero siempre resulta más grotesco, sobre todo cuando la situación lo amerita. Sus cuerpos son robustos y alejados de los principios de “belleza” que tanto conocimos. Sobre todo la figura del propio Crumb es grotesca. A veces se notan algunos dibujos más refinados, pero esto varía junto al argumento de la historia que traza.
Mis problemas con las mujeres es un cómic muy personal en donde el autor señala sus aventuras amorosas, sexuales, represiones y fantasías a lo largo de muchos años. Confiesa desde niño toda clase de anécdotas que le hacen ser como es. Educación católica represiva, niñas mexicanas, rechazos juveniles, el éxito de su obra, esposas histéricas y buenas. En fin, una buena parte de las cosas que marcaron al personaje se reúnen aquí. Las mujeres aparecen como seres extraños, cambiantes y casi incomprensibles. Además son seres enormes y desbordantes aunque siempre muy flexibles, cosa en que Crumb siempre pone atención. Por este volumen pasan historias como las de “Recordando los 60” en donde el autor da cuenta detallada de sus aventuras en la época hippie así como da detalles de sus “viajes con LSD”. De igual manera lanza una crítica social y política, metiendo temas como el racismo, las protestas o la guerra. Todo el relato siempre en un tono de añoranza. También está la homónima “Mis problemas con las mujeres” cuyos temas ya se enumeraron y nunca pierde como eje estructural el tema del sexo y la naturaleza femenina, así como el sentir del autor en estos temas. Por último en este volumen se incluye también la historia de Charlye Patton, un intérprete de blues, dando una muestras de los cómics biográficos-musicales que Crumb creaba.
El volumen de La historia de mi vida contiene historias muy variadas pero todas siempre en un tono crítico y ácido, así como grotesco. Las historias abarcan desde política, las relaciones amorosas desde un punto de vista muy grotesco y animalizado, la añoranza por los viejos tiempos (especialmente por la vieja música, dejando ver al Crumb melómano), el arte y los medios de comunicación. Me llama mucho la atención su concepción de arte expresada al principio del volumen: “un uso muy personal de un medio tradicionalmente comercial… lo que lo hace arte y no mero entretenimiento es que no sé muy bien lo que estoy haciendo”. Crumb rompe así con el estereotipo del comic que se tenía en la época de la mano de las grandes empresas como DC O Marvel. El cómic era una forma de expresión para Crumb, que llevó más allá de las masas y lo llevó a sus últimas consecuencias con la cantidad de crítica que realizó.
Como extra he de decir que existe un documental llamado Crumb dirigido por Terry Zwigoff en 1994. Las dos horas nos meten de lleno en la vida de este exótico personaje y nos muestra también a su familia (toda su familia, todos los hermanos y la mamá, están locos, literalmente desquiciados, de hecho, su hermano Charles se suicidó un año después del documental). Está buenísimo, yo lo recomiendo mucho porque Crumb en verdad es un tipo muy interesante y su obra muchísimo más
Pd. lo único distinto de Crumb (en cuanto a estilo de dibujo) que me he leído es Kafka, biografía de este...