1. Deja de creer que eres una mierda
Todas esas cosas sobre que eres cobarde, no tan creativo o una persona sin suerte, deja de decirlas. Es pura mierda, que mientras más las dices, te convencen. Somos todos unos adolescentes de 14 años inseguros. Estamos todos asustados. Todos tenemos sueños que a lo largo de nuestras vidas se vieron frustrados por las ideas que vamos creando sobre nosotros mismos. Mientras más nos apegamos a esas autocalificaciones, terminamos por vivir sólo una fracción de la vida que podríamos disfrutar. Así que, cuídate de la mierda.
2. Sé feliz AHORA.
No porque el famoso y ya trillado bestseller “El Secreto” lo diga. No porque alguna estrella de televisión te lo aconseje. Simplemente porque podemos elegir apreciar lo que está en nuestras vidas en vez de estar enojado por lo que no tenemos. Es un pequeño pero significante cambio de perspectiva. Es más fácil mirar lo malo, o lo faltante, y dejar que ese sea el tono de nuestro diario vivir, pero en realidad no lo es. Podemos elegir.
3. Mira a las estrellassss
No arreglará la economía. No detendrá las guerras. No te ayudará a tener mejor sexo ni a tener mejor relaciones. Pero es importante. Te ayuda a recordar que tú y tus problemas son infinitamente pequeños respecto al universo y que tú eres sólo una pequeña pieza en la inmensidad. Si lo haces diariamente, ayuda.
4. Deja a la gente entrar
De verdad. Confía en la gente cuando necesitas ayuda o estás deprimido… o estás feliz y quieres compartirlo. Hazlo. Hazles saber que te importan y ábrete a sentir su cariño. En vez de hacer eso que a veces hacemos, cuando nos creemos bacanes y sólo demostramos amor cuando esa persona me lo demuestra en el mismo nivel, ábrete y se cariñoso. No esperes tanto de vuelta.
5. No les des tanta importancia
No llores tanto. Que no te afecten tanto-tanto las cosas. Deja la vida volar, como diría Víctor Jara. Tomarse las cosas muy en serio sólo te traerá sufrimientos. Debes desprenderte un poco y disfrutar más. La vida es de colores.
6. Aprende a perdonar
La sincera habilidad para perdonar -sin agregar la palabra “pero”- es esencial para vivir alrededor de otros seres humanos. Si vas a juntarte con otras personas, eventualmente necesitarás perdonar. Es una práctica importante.
7. Sé agradecido
Díselo -fuerte y alto- a la gente que te rodea. Practicalo silenciosamente al bendecir tu comida (la weá católica). La gratitud no es la única virtud del mundo. Pero es lo que nos hace disfrutar de las cosas. Es el camino más simple para conectarse con la unidad del universo (la weá hippie).
8. Sé amable
La amabilidad, una cuestión tan simple, no cuesta nada y nos trae cuantiosos dividentos. No podrás salvar el mundo. No traerá la paz a Siria. No arreglará el medioambiente ni cambiará el capitalismo, pero puede arreglarle el día a más de una persona.
Todas esas cosas sobre que eres cobarde, no tan creativo o una persona sin suerte, deja de decirlas. Es pura mierda, que mientras más las dices, te convencen. Somos todos unos adolescentes de 14 años inseguros. Estamos todos asustados. Todos tenemos sueños que a lo largo de nuestras vidas se vieron frustrados por las ideas que vamos creando sobre nosotros mismos. Mientras más nos apegamos a esas autocalificaciones, terminamos por vivir sólo una fracción de la vida que podríamos disfrutar. Así que, cuídate de la mierda.
2. Sé feliz AHORA.
No porque el famoso y ya trillado bestseller “El Secreto” lo diga. No porque alguna estrella de televisión te lo aconseje. Simplemente porque podemos elegir apreciar lo que está en nuestras vidas en vez de estar enojado por lo que no tenemos. Es un pequeño pero significante cambio de perspectiva. Es más fácil mirar lo malo, o lo faltante, y dejar que ese sea el tono de nuestro diario vivir, pero en realidad no lo es. Podemos elegir.
3. Mira a las estrellassss
No arreglará la economía. No detendrá las guerras. No te ayudará a tener mejor sexo ni a tener mejor relaciones. Pero es importante. Te ayuda a recordar que tú y tus problemas son infinitamente pequeños respecto al universo y que tú eres sólo una pequeña pieza en la inmensidad. Si lo haces diariamente, ayuda.
4. Deja a la gente entrar
De verdad. Confía en la gente cuando necesitas ayuda o estás deprimido… o estás feliz y quieres compartirlo. Hazlo. Hazles saber que te importan y ábrete a sentir su cariño. En vez de hacer eso que a veces hacemos, cuando nos creemos bacanes y sólo demostramos amor cuando esa persona me lo demuestra en el mismo nivel, ábrete y se cariñoso. No esperes tanto de vuelta.
5. No les des tanta importancia
No llores tanto. Que no te afecten tanto-tanto las cosas. Deja la vida volar, como diría Víctor Jara. Tomarse las cosas muy en serio sólo te traerá sufrimientos. Debes desprenderte un poco y disfrutar más. La vida es de colores.
6. Aprende a perdonar
La sincera habilidad para perdonar -sin agregar la palabra “pero”- es esencial para vivir alrededor de otros seres humanos. Si vas a juntarte con otras personas, eventualmente necesitarás perdonar. Es una práctica importante.
7. Sé agradecido
Díselo -fuerte y alto- a la gente que te rodea. Practicalo silenciosamente al bendecir tu comida (la weá católica). La gratitud no es la única virtud del mundo. Pero es lo que nos hace disfrutar de las cosas. Es el camino más simple para conectarse con la unidad del universo (la weá hippie).
8. Sé amable
La amabilidad, una cuestión tan simple, no cuesta nada y nos trae cuantiosos dividentos. No podrás salvar el mundo. No traerá la paz a Siria. No arreglará el medioambiente ni cambiará el capitalismo, pero puede arreglarle el día a más de una persona.