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¿Quiere fumar hierba? Vaya a Uruguay
Publicado : Hoy 06:05 h.
David Trads @DavidTrads
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LONDRES: Dudo que exista otro país en América Latina tan ultraliberal como Uruguay. El pequeño país legalizó el aborto y el matrimonio homosexual este año. Y ahora está camino de convertirse en la primera nación del mundo en legalizar la producción y venta de marihuana. José Mujica, izquierdista uruguayo, poco ortodoxo y carismático presidente, está respaldando esta idea.
“La marihuana es una plaga como el tabaco. Y ninguna adicción, salvo la del amor, es recomendable, pero están ahí. Es una cuestión de vida que tenemos que tratar de manera pragmática”, dijo el presidente Mujica al diario El Observador, un influyente periódico uruguayo.
La legalización no es solo una cuestión concreta. Obviamente, es una tendencia hacia una sociedad cada vez más liberal, una tendencia que va a transformar a su capital, Montevideo, en una ciudad libre, más que Ámsterdam, en Europa. Aborto, matrimonio homosexual y la hierba legal son por supuesto hechos o actos inauditos en la mayoría de los países del mundo.
Así que ¿por qué fumar marihuana resulta legal? Oiga dos diferentes respuestas de sus partidarios en Uruguay: es una manera de minimizar el poder y la importancia de los carteles de la droga, y no existe evidencia de que el consumo de la marihuana conduce a drogas peligrosas. Sin embargo, los opositores, que tienen una gran respaldo de la mayoría de la población, pero constituyen una minoría en el Congreso, no están convencidos. Afirman que la legalización de la marihuana es una manera de rendirse en la guerra contra las drogas y que va a ser un peldaño para otras más fuertes, lo que conduciría a un turismo de drogas.
Enrique Tubino, quien vende de todo en su tienda en Montevideo (moledores de hierba, narguiles, pipas de marihuana) menos marihuana, está emocionado. “Ahora seremos capaces de producir hierba en paz, sin tener que esconderla. Eso va a ser un gran cambio, en nuestras mentes, con el concepto y en la calle”, señaló Tubino a The Observer, un periódico británico. Una de cada 20 personas en Uruguay es consumidora de marihuana, según las encuestas. Nunca ha sido ilegal consumir hierba. De hecho, usted puede fumarla en público.
Las nuevas leyes no nos están dirigiendo a un nivel de nirvana que a la gente más liberal le encantaría ver. El Estado supervisará estrictamente la liberalización en un movimiento típico de un gobierno de izquierda: solo los productores privados con licencia oficial serán los únicos admitidos para cultivar marihuana para la venta, y solo las farmacias registradas podrán vender directamente a los consumidores. En otras palabras, los “clubes de cannabis” de la hermosa ciudad vieja de Montevideo no podrán acoger altas cantidades de hierba, al menos no legalmente. Sin embargo, será legal para las personas cultivar marihuana para su propio consumo.
Otros países están mirando de cerca el experimento de Uruguay —incluso países con grandes problemas de drogas, como México, Bolivia y Colombia—. La gran inquietud es si por supuesto la reforma y la liberalización realmente ayudarán a vencer a los carteles de la droga. Décadas de un enfoque de línea dura en la “guerra contra las drogas” no ha resuelto el problema. Decenas de miles de asesinados y cientos de miles de civiles han sido aterrorizados por este conflicto, pero el consumo de drogas no ha disminuido. La estrategia de Uruguay es diferente: un libre mercado de drogas será menos atractivo y difícil para que los criminales entren en este campo.
“El problema detrás de la marihuana es el narcotráfico”, comentó el presidente Mujica. “Si lo dejamos en la clandestinidad, le regalamos un mercado. Lo que nosotros defendemos es que se haga cargo el Estado. Acá el tema es robarle el tema al narcotráfico como forma de combatir. Lo que tengo claro es que cien años persiguiendo la droga no ha solucionado el problema, entonces hay que ser más pragmático”.
Ese tipo de pragmatismo es visto por los liberales como inteligente, pero por los conservadores como una estupidez absoluta. No importa el tipo, Uruguay está en camino de convertirse en el primer país en legalizar la producción y el consumo de marihuana. Se espera que la ley pase en octubre.