Escribí esto para el concurso y se pasaba de largo. No le veía sentido arreglarlo y para algo que escribo pues también me parecía tontería dejarlo en el Limbo. Pues eso:
Escuchando la misma banda de todos los viernes, tocando como siempre la puñetera "Sweet Home Alabama". Con una pinta de guinnes en la mano en un pub irlandés en el medio de París, todo un batiburrillo cultural. Un jóven solitario se sacaba un paquete de Golden Virginia del bolsillo y empezaba a rolarlo con triste arte. Echó una ojeada al calendario, faltaban unos pocos días para San Valentín.
Apuró la pinta y con el cigarro ya en los labios se encaminó hacia la salida jugueteando con el mechero entre sus dedos. Fuera estaba Henry, un londinense que hablaba un francés penoso, aunque estaba claro que eso es de lo mejor que se podía esperar de un anglosajón medio. Aun así, era un buen tipo, siempre saludaba.
-Hey, como va eso Sean.
-No muy mal.
-¿Has escrito algo nuevo esta noche? Te he visto con tu diario.
-Nah, garabateando chorradas y pensando.
-¿Sí? Pensando espero en como entrarle a esas tres sentadas cerca de la banda, son australianas, apostaría a que de Newcastle.
-Casi, pensaba en amor. Ya sabes, en el de las películas, ese en el que supuestamente dos personas "sufren" una clase de química irresistible...-La única respuesta de Henry fue vomitar la cena en el medio de la acera, el olor a bilis y Jagermeister no hizo sino mejorar lo cutre de la estampa.
-Joder tío.
-Perdona...te escucho.
-Pensaba en Patry, una compañera de clase en 1º de ESO, morena, muy guapa, ya tenía unas tetas impresionantes...
-¡Jájá!
-Coño, que no he terminado, resultaba que a parte de eso la chica era una lectora empedernida como yo, me acuerdo de hablar con ella sobre Harry Potter a través de Messenger. Si me preguntarás en aquel entonces te diría que estaba enamoradísimo de ella.
-¿Te la pillaste?
-Nah, fui un pagafantas de libro. El tema es que no tardé ni tres meses en estar locuelo por otra chica y de nuevo te podría jurar que también estaba enamorado de ella.
-Como todos tío, no es que hayas descubierto nada.
-Ya, pero sí que he tenido colegas que se conocieron con quince y llevan años juntos. Coño ayer había una pareja en el hostal que llevaban desde los catorce y los dos ya contaban veinticinco. Luego la gente que está casada y aguanta veinte, treinta, cincuenta o más. ¿No es eso amor?
-No, eso es marcharse de la mesa cuando estás ganando todas las apuestas como un pringao antes de empezar a perderlo todo.
-Ya...el tema es, que creo que nunca he sentido nada especial por nadie. Una tía me gusta, ocupa mi mente unas semanas y me lo paso bien con ella si puedo. Pero consiga ligarmela o no, enseguida me aburro, no siento nada, hasta que otra aparece y vuelta a empezar. Nunca me he vuelto loco por una en especial.
-A lo mejor eres un psicópata sin sentimientos o simplemente un mujeriego.
-Quizás, pero preferiría pensar que no.
Y entonando con toda la solemnidad y seriedad de la que pudiera ser capaz un borracho: -Te diré lo que pienso yo. Aunque parezcas mayor no eres más que un crío que se cree que lo sabe todo pero todavía no ha visto ni la punta del iceberg.
-Bah.
-Lo que yo te diga ¿tienes veinte no? Nada, no has visto nada.
-Veintiuno, hoy es mi cumpleaños.
-¡Já! Haberlo dicho antes bebé, ya tenemos excusa perfecta para entrarle a esas rubias. Te dejo elegir y todo, pero tu pagas la cerveza. Al fin y al cabo no sé si el amor existe, pero como mínimo diría que tienes que dedicarte a buscarlo ¿que es lo peor que podría pasar?
Escuchando la misma banda de todos los viernes, tocando como siempre la puñetera "Sweet Home Alabama". Con una pinta de guinnes en la mano en un pub irlandés en el medio de París, todo un batiburrillo cultural. Un jóven solitario se sacaba un paquete de Golden Virginia del bolsillo y empezaba a rolarlo con triste arte. Echó una ojeada al calendario, faltaban unos pocos días para San Valentín.
Apuró la pinta y con el cigarro ya en los labios se encaminó hacia la salida jugueteando con el mechero entre sus dedos. Fuera estaba Henry, un londinense que hablaba un francés penoso, aunque estaba claro que eso es de lo mejor que se podía esperar de un anglosajón medio. Aun así, era un buen tipo, siempre saludaba.
-Hey, como va eso Sean.
-No muy mal.
-¿Has escrito algo nuevo esta noche? Te he visto con tu diario.
-Nah, garabateando chorradas y pensando.
-¿Sí? Pensando espero en como entrarle a esas tres sentadas cerca de la banda, son australianas, apostaría a que de Newcastle.
-Casi, pensaba en amor. Ya sabes, en el de las películas, ese en el que supuestamente dos personas "sufren" una clase de química irresistible...-La única respuesta de Henry fue vomitar la cena en el medio de la acera, el olor a bilis y Jagermeister no hizo sino mejorar lo cutre de la estampa.
-Joder tío.
-Perdona...te escucho.
-Pensaba en Patry, una compañera de clase en 1º de ESO, morena, muy guapa, ya tenía unas tetas impresionantes...
-¡Jájá!
-Coño, que no he terminado, resultaba que a parte de eso la chica era una lectora empedernida como yo, me acuerdo de hablar con ella sobre Harry Potter a través de Messenger. Si me preguntarás en aquel entonces te diría que estaba enamoradísimo de ella.
-¿Te la pillaste?
-Nah, fui un pagafantas de libro. El tema es que no tardé ni tres meses en estar locuelo por otra chica y de nuevo te podría jurar que también estaba enamorado de ella.
-Como todos tío, no es que hayas descubierto nada.
-Ya, pero sí que he tenido colegas que se conocieron con quince y llevan años juntos. Coño ayer había una pareja en el hostal que llevaban desde los catorce y los dos ya contaban veinticinco. Luego la gente que está casada y aguanta veinte, treinta, cincuenta o más. ¿No es eso amor?
-No, eso es marcharse de la mesa cuando estás ganando todas las apuestas como un pringao antes de empezar a perderlo todo.
-Ya...el tema es, que creo que nunca he sentido nada especial por nadie. Una tía me gusta, ocupa mi mente unas semanas y me lo paso bien con ella si puedo. Pero consiga ligarmela o no, enseguida me aburro, no siento nada, hasta que otra aparece y vuelta a empezar. Nunca me he vuelto loco por una en especial.
-A lo mejor eres un psicópata sin sentimientos o simplemente un mujeriego.
-Quizás, pero preferiría pensar que no.
Y entonando con toda la solemnidad y seriedad de la que pudiera ser capaz un borracho: -Te diré lo que pienso yo. Aunque parezcas mayor no eres más que un crío que se cree que lo sabe todo pero todavía no ha visto ni la punta del iceberg.
-Bah.
-Lo que yo te diga ¿tienes veinte no? Nada, no has visto nada.
-Veintiuno, hoy es mi cumpleaños.
-¡Já! Haberlo dicho antes bebé, ya tenemos excusa perfecta para entrarle a esas rubias. Te dejo elegir y todo, pero tu pagas la cerveza. Al fin y al cabo no sé si el amor existe, pero como mínimo diría que tienes que dedicarte a buscarlo ¿que es lo peor que podría pasar?
Última edición por Avenger el Vie Feb 15, 2013 6:29 am, editado 1 vez