Soy mi propio parásito
Siento tener que anunciarles
que no ha podido venir el hijo
obediente, el novio que siempre te acompaña
a casa, el chico modélico
que las madres quieren para sus hijas
y que las hijas quieren para cuidarle como madres,
el tipo retraído
sin enemigos
ni tampoco muchos amigos,
el preferido de los profesores,
el que hace la cama nada más levantarse,
el que cede el paso a los demás,
el que sabe casi todas las respuestas de los concursos
pero no sabe poner una lavadora.
En su lugar he venido yo,
que no soy exactamente
otro. Soy el que le dicta
versos que jamás quiso haber escrito.
Jacob Iglesias. Horas de lobo – Premio nacional de poesía Origami (Editorial Origami, 2012)
Siento tener que anunciarles
que no ha podido venir el hijo
obediente, el novio que siempre te acompaña
a casa, el chico modélico
que las madres quieren para sus hijas
y que las hijas quieren para cuidarle como madres,
el tipo retraído
sin enemigos
ni tampoco muchos amigos,
el preferido de los profesores,
el que hace la cama nada más levantarse,
el que cede el paso a los demás,
el que sabe casi todas las respuestas de los concursos
pero no sabe poner una lavadora.
En su lugar he venido yo,
que no soy exactamente
otro. Soy el que le dicta
versos que jamás quiso haber escrito.
Jacob Iglesias. Horas de lobo – Premio nacional de poesía Origami (Editorial Origami, 2012)