Lo he visto ya otras veces, el perrillo va con su amo allá donde éste vaya, y siempre moviendo el rabito, alegre, ajeno a todo, a la miseria y la mala vida que su amo quiera darle, sin esperar ni pedir nada a cambio.
De algún modo, recuerdo que me quedé mirando, y me hice la siguiente reflexión: Si nadie mira por estos tipos ("los fantasmas de la ciudad", como leí una vez en un libro, pues nadie parece verlos o uno gira la vista porque incomoda), y son invisibles a la vista, imaginaos ya entonces lo que vale la vida de un animal de éstos. Menos que nada. Y sin embargo su inocencia los dota de una alegría que se me antoja especial, extraña.
Ayer pasé por el mismo Opencor, y donde tantas veces he visto a este hombre, siempre bebido y medio tirado, ya no quedaba nada, solo un cartón en el suelo. Y en la pared, sobre un pollete, ramos de flores ya marchitos, improvisadas hojas de papel pegadas a la pared con cartas de gente anónima que decían... "Por qué te fuiste sin despedirte Manuel?"... o "Hoy pasé por aquí y usted ya no estaba. Nunca le dirigí la palabra, pero siempre le observaba"... o "Espero que allá arriba la existencia sea menos ingrata, un abrazo compañero, hasta siempre"...
Había también un dibujo con colores, en él se veía a un muñeco sentado en una pared con un gorro de lana y a su lado un perrillo.
Y cuando eché a andar, me pregunté... qué habrá sido del pobre perrillo, solo y sin su amo?
Esta canción se la dedico a todos los sin techo que están ahí fuera, sujetos a una botella para poder olvidar, soportando las inclemencias del frío, el abandono, el hambre y el desánimo. Ayer observé una Navidad extraña, donde la gente muere, y llora a escondidas.
No conozco apenas la carrera de este cantante, por no decir nada, pero siempre me ha llamado la atención y me parecía apropiada porque según leí alguna vez dicen que Dylan era un poco perro callejero en sus inicios, un incomprendido de esos que van recorriendo el país de una punta a otra haciendo dedo.
Esta otra te la dedico a ti, que me lees pacientemente, que me regalas tu tiempo, que compartes un cigarrillo o un café con este noctámbulo, que como yo, amas la vida y sus pequeñas cosas.
Pd. Vega, acabo de ver la canción esa que colgaste, la de "Ya te puedes marchar". Temazo. Temazo... Qué temazo coño! Me he tronchado de risa.