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Hay canciones que en un tiempo y en un lugar determinados marcan la Historia. Puede ser en el coro de una manifestación contra la dictadura argentina, o en una franja publicitaria. Puede ser la marsellesa anunciando el fin de la monarquía absoluta. Puede ser la primera vez que un jovencito de apellido Presley tocó en la radio... Ya sean en forma de testimonio, alegato, o por su originalidad artística, hay canciones que quedan indelebles en los anales de la historia. Hablemos de esas canciones, compartámoslas acá.
Esta será la mía:
Estamos en 1988, en Chile los ánimos están revueltos, tras muchos años de dictadura, comienzan a elevarse voces disconformes con la situación. El Régimen militar está debilitado, Pinochet es viejo ya, y tiene miedo, en 1986, dos años antes, sufrió un atentado del que salió vivo de milagro. Las protestas en las calles son tan numerosas e intensas que las fuerzas policiales, pese a su acción brutal, no son capaces de detenerlas. La gente está harta, las madres claman por sus hijos desaparecidos, las esposas por sus maridos y los maridos por sus esposas. Se reparten fotos de los desaparecidos en todas las calles de Santiago.
Y entonces se produce el quiebre, se decide hacer una transición democrática, que es anunciada por la junta militar. Sin embargo, la gente aún no está conforme. Quieren que Pinochet de vaya, no aceptan más trampas y juegos sucios, quieren sus libertades de vuelta. Quieren elecciones ya. Y por ello, finalmente se convoca un pebliscito donde se pregunta a la ciudadanía si quieren continuar con el gobierno actual en el camino hacia la democracia.
Y por primera vez, tras años de doloroso silencio, los ciudadanos de chile pueden mostrarse en contra y publicitar su postura. Por primera vez aparece en TV algo que ataque al regimen militar... Por primera vez los chilenos pueden tomar aire y lanzar un NO profundo.
Y esta es la canción en la cual encerraron su mensaje, en la cual pidieron decir no a la dictadura y su barbarie, esta es la franja propagandística en que pudieron expresar libremente su opinión tras años de silencio y temor.
Esta será la mía:
Estamos en 1988, en Chile los ánimos están revueltos, tras muchos años de dictadura, comienzan a elevarse voces disconformes con la situación. El Régimen militar está debilitado, Pinochet es viejo ya, y tiene miedo, en 1986, dos años antes, sufrió un atentado del que salió vivo de milagro. Las protestas en las calles son tan numerosas e intensas que las fuerzas policiales, pese a su acción brutal, no son capaces de detenerlas. La gente está harta, las madres claman por sus hijos desaparecidos, las esposas por sus maridos y los maridos por sus esposas. Se reparten fotos de los desaparecidos en todas las calles de Santiago.
Y entonces se produce el quiebre, se decide hacer una transición democrática, que es anunciada por la junta militar. Sin embargo, la gente aún no está conforme. Quieren que Pinochet de vaya, no aceptan más trampas y juegos sucios, quieren sus libertades de vuelta. Quieren elecciones ya. Y por ello, finalmente se convoca un pebliscito donde se pregunta a la ciudadanía si quieren continuar con el gobierno actual en el camino hacia la democracia.
Y por primera vez, tras años de doloroso silencio, los ciudadanos de chile pueden mostrarse en contra y publicitar su postura. Por primera vez aparece en TV algo que ataque al regimen militar... Por primera vez los chilenos pueden tomar aire y lanzar un NO profundo.
Y esta es la canción en la cual encerraron su mensaje, en la cual pidieron decir no a la dictadura y su barbarie, esta es la franja propagandística en que pudieron expresar libremente su opinión tras años de silencio y temor.
