Jaehee es un chico bueno, dulce, amable. Es un buen amigo, un buen novio, un buen hijo y un buen alumno. Nada en el pareciera fuera de lo normal, salvo quizás los grandes ojos oscuros que se abren limpios y transparentes como si fueran ventanas. No hay maldad en el, quizás flojera, o apatía, propias por otro lado de la adolescencia, pero nada más, es inocente.
¿Pero entonces, qué le sucedió? ¿Cómo pudo la vida de un muchacho así complicarse?
Bueno, eso fue porque Jaehee conoció al diablo. El diablo se llamaba Dai, y era brutal, hermoso, violento, terrible. Se enredaron sus vidas, y sus dolores, y de pronto, ya no pudieron saber si en realidad se estaban acabando el uno al otro, o al contrario, se ayudaban, en medio del entorno alienante y ridiculamente violento e indiferente de aquella ciudad, a no dejar de ser jamás ellos mismos.
Esta historia nos habla del silencio y la soledad, del amor, en todas sus formas, de la lealtad, de la superación de los traumas, de la marginalidad, y del reconr, de la venganza y el aprender a perdonar. Los personajes de esta historia son niños luminosos sumidos de pronto en un mundo demasiado oscuro. Desean perdurar, y que su luz perdure con ellos. Arañana el mundo, se retuercen, gritan, buscan siempre la forma de no desaparecer tragados por la noche.
Led Dai es una novela gráfica koreana, de muy buena calidad a mi parecer. Lloré con ella, y reí con ella, reflexioné y crecí. A decir verdad es en general bastante trágica y muestra una realidad muy cruda, pero también hay momentos y personajes entrañables. Como los dos personajes principales son gays, muchas personas lo prejuzgan por eso, pero la verdad, es mucho más que eso. Por otro lado, el dibujo, aunque un poco desconcertante para mi en un principio, la verdad me gustó bastante, así como la narrativa visual de las páginas. Los trazos son limpios y algo naif en comparación con la crudeza de los sucesos, creo que en ese sentido acertaron bastante con el estilo, ya que seguramente si fuera de otra manera sería mucho más pesado de leer....
En fin, nada más decir que se los recomiendo mucho.