Odio a los poetas que beben
- solitarios -
una copa de vino tinto carmenère, merlot y/o pinot noir.
Desprecio a los delicados de espíritu que lloran ensimismados sus penas amargas
entre el humo espeso del tabaco negro
en habitaciones obscuras
bajo música latinoamericana con tintes de soul, blues, folklore y jazz.
Aborrezco al joven sensible
que sufre las desgracias del destino,
víctima de la incomprensión de esos "entes malignos" que le rodean.
No me gusta ni mi cerveza caliente ni el ron sin hielo;
soy amigo del incienso y sabores malparidos;
disfruto de arenales clandestinos y mujeres que no sean señoritas.
Me gusta sentirte jadeando en mi oído y lamer el sudor agrio de tu cuello.
Me gusta que claves tus uñas violentas en mi espalda mojada;
me gusta más que la anterior imagen termine con mi despertar
para descubrir tus ojos enamorados mirándome del lado contrario de la cama.
“Me gustas cuando callas” porque nos olvidamos de los poetas sobrevalorados
y comenzamos a besuquearnos, manosearnos
y hacemos el amor.
Me gustan las noches hedonistas y me apesta la ñoña poesía.
- solitarios -
una copa de vino tinto carmenère, merlot y/o pinot noir.
Desprecio a los delicados de espíritu que lloran ensimismados sus penas amargas
entre el humo espeso del tabaco negro
en habitaciones obscuras
bajo música latinoamericana con tintes de soul, blues, folklore y jazz.
Aborrezco al joven sensible
que sufre las desgracias del destino,
víctima de la incomprensión de esos "entes malignos" que le rodean.
No me gusta ni mi cerveza caliente ni el ron sin hielo;
soy amigo del incienso y sabores malparidos;
disfruto de arenales clandestinos y mujeres que no sean señoritas.
Me gusta sentirte jadeando en mi oído y lamer el sudor agrio de tu cuello.
Me gusta que claves tus uñas violentas en mi espalda mojada;
me gusta más que la anterior imagen termine con mi despertar
para descubrir tus ojos enamorados mirándome del lado contrario de la cama.
“Me gustas cuando callas” porque nos olvidamos de los poetas sobrevalorados
y comenzamos a besuquearnos, manosearnos
y hacemos el amor.
Me gustan las noches hedonistas y me apesta la ñoña poesía.