«No existe ningún camino para la paz: la paz es el camino.»
Mohandas Gandhi
Mohandas Gandhi
Existieron dos países que tenían en común una hermosa pradera, por donde cruzaba la línea imaginaria de la frontera. Ambos gobiernos eran muy estrictos con los asuntos migratorios, a pesar de que tenían excelentes relaciones diplomáticas. Por ejemplo, los campesinos del lugar sabían exactamente dónde estaba la línea divisoria –sin que existieran señalizaciones–, y ninguno se atrevería a cruzarla sin el debido permiso. Al amanecer, el ganado de ambos países se dispersaba por la pradera –comiendo y defecando– en la más absoluta ignorancia de las leyes migratorias. Al anochecer era imposible determinar la cantidad de mierda que le correspondía a cada país.