Guido Crepax (Milán, 1933 - Milán, 2003) fue un ilustrador e historietista italiano muy conocido por sus obras eróticas. Nació en el seno de una familia burguesa y asimiló una gran cantidad de cultura, además, su padre era profesor del Conservatorio de Música y primer violonchelista de la Scala de Milán. Por esta razón hay notables referencias musicales en su obra, especialmente de jazz. Inició sus estudios en Ingeniería pero cambió por algo más "artístico": arquitectura. Consiguió el título en 1958 pero nunca ejerció.
Su Introducción al mundo del cómic se da en 1965 con la revista "Linus". En ella debutó con "Neutrón" un hombre de doble personlidad. La primera (Neutrón) era un hombre de poderes mentales extraordinarios y la segunda (Philip Rembrandt) era un crítico de arte. Su contraparte femenina era Valentina Rosselli que con el tiempo se robó el protagonismo de toda la serie. Nació así la obra más famosa de Crepax: Valentina.
El cómic expone las inquietudes mentales de Crepax a la vez de un estilo de dibujo bastante inovador. Con el tiempo, las página de Valentina se volvieron surrealistas casi sacadas de un sueño, y por supuesto su técnica para dibujar a tan fabulosas mujeres mejoró. La forma de narrar también llamó la atención.
En toda la obra pueden verse diversos niveles narrativos. En uno de ellos aparece la visión objetiva de los hechos, tal como los recogería un observador imparcial, pero al mismo tiempo se muestran los recuerdos de los personajes y por otro lado vemos sus sueños, entremezclándose finalmente los tres aspectos para fusionarse en una realidad total. Para llevar más lejos su ruptura con las formas tradicionales del comic, Crepax descompone el plano en múltiples viñetas fragmentarias, que ofrecen diversas visiones de una misma escena al mismo tiempo que intervienen en la misma enfocados desde todos los ángulos posibles.
Desde luego no nos vamos a hacer tontos. Las malditas mujeres de Crepax eran perfectas ¬¬ En palabras de Ricardo Vigueras:
Ahora que ya no es políticamente incorrecto hablar de culos bonitos, y que tampoco es machista [...] no puedo dejar de reseñar aquí que Crepax fue grandes cosas como narrador y como artista, pero para mí fue sobre todo uno de los mejores dibujantes de culos de mujer que han existido desde la caverna de Altamira hasta la caverna catódica. Los culos de Crepax eran señores culos, redondos y bien cuajados como quesos, culos que aun hoy, a pesar de que sus historias de "cómic de autor" y de cómic "de pensar" no interesen excesivamente a las masas, tienen una gran capacidad de evocación. Siempre permanecerá el tiempo infinito para redescubrir a Crepax. Mientras tanto, quienes atesoramos su obra, podemos seguir disfrutando releyendo a Crepax.
El hombre cuenta con otras obras del mismo corte erótico, por ejemplo las famosísimas adaptaciones de La historia de O (que es de corte masoquista) y Justine (que es del Marqués de Sade, con eso basta ¬¬)
Fuentes
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