Salta a la vista cierta distorsión de la realidad que ciertas personas tienen de lo que es considerado "un tipo duro". Para muestra hete aquí lo que las empresas de marketing y por ende la masa más voluble ve como tal.
Por eso hay que coger muchas veces con pinzas una serie de gángsters. Pongamos sobre la mesa Sons of Anarchy que aunque vayan de moteros guays trafican con armas por amor de dios. ¿Realmente dan el pego ese rubiales guapetón y compañía como criminales? no quiero decir que para ser un tipo duro tengas que ser más feo que Picio, pero válgame que el primer rasgo que denota a alguien realmente capaz de rebanarte una oreja con una cuchilla de afeitar a un tipejo que no sería capaz ni de matar una mosca no son precisamente los kilos de músculo que se haya sacado en el gimnasio, una barba de tres días ni parecer chulo, la dureza se lleva grabada en la piel, en la mirada o se actúa bien pero desde luego no se chulea, cosa rara de encontrar. Algo en la que fallan muchas series, el reparto más bueno que de lujo y además bueno. Así una serie de moteros que empezaba como algo incluso serio trasnocha poco a poco hasta casi en un chiste aunque al mismo tiempo en algo bastante americano, lástima. Por supuesto luego hay otros ejemplos como The Wire o Los Soprano, pero es lo que tiene la HBO quienes simplemente no saben hacer algo mal.
Aquí pues me voy a marcar un comentario que salta entre el racismo de coña y el hecho, los europeos en este sentido solemos tener más arte. Que al fin y al cabo el spaghetti western nació donde nació. Hablando de hechos UK se ha marcado una nueva serie sobre esta temática de crimen organizado pasando en cuatro capítulos que he visto para mí de la duda al considerar esos cuatro capítulos lo mejor que he visto este año.
Haciendo otra vez paralelismos es muy parecida a Boardwalk Empire ¡pero! mientras que esta se basa en los felices y glamurosos años veinte; el comienzo de la ascensión del planeta americano al panteón de los imperios...tenemos aquí a los Peaky Blinders con el mismo acento macarra que tendrían sus ancestros saqueando galeones españoles, mal rayo parta a la pérfida Albión, tierra hereje y de piratas. En Birmingham, Inglaterra, con calles llenas de hollín en la más vieja que nunca Europa después de la Gran Guerra. Con la corona británica viendo que empieza a costar caro el peso de sus ambiciones imperiales y con su propio césped bastante movidito con comunistas por un lado y el IRA por otro.
Escribo esto después de haber visto solo cuatro capítulos y al haberse confirmado ya segunda temporada, en los que he disfrutado mucho. Mayormente por un único personaje que simplemente ocupa toda la pantalla dejando migajas para el resto.
Algunos les sonará por sus papeles en las recientes películas del señor Nolan y su visón de Gotham aquí encarnando a Thomas Shelby, cabecilla de la banda que por cierto, existió realmente. Para todo lo demás sigue siendo una serie de mafiosos con luchas entre bandas, con ambición, con policías que parecen peores que los propios criminales, con agentes dobles, con amor, con gitanos a la inglesa y con muchas cosas ya vistas tantas veces. Pero esta es una serie que consigue contarlas para que parezcan como nuevas y de una forma realmente excelsa.