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Estoy de resaca, lo último que me apetece es escribir. Pero no sé porqué mis dedos se mueven, así que, ahí queda. La verdad es que no tengo la cabeza ni para saber si es algo bueno o mierda que no debería compartir.
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Miro el espejo,
escupe un reflejo que no reconozco
es amargo, casi agridulce.
Dudo un instante… soy yo.
No me gusta.
Aparto la mirada
pero el agua del lavabo actúa de improvisada lámina
y me devuelve esa mirada perdida, abandonada.
Doy pena…
Intento tocar mi cara
pero mis manos no son mías.
Las miro y examino, pero no me escuchan.
Las hablo pero no me parecen ver.
Mis órdenes se pierden
junto al rocío de la mañana
¿Dónde dejé mis manos ayer?
Siento una gotera
-furtiva y tránsfuga de lagunas-
en el interior de mi cabeza.
Duele
no duele como una patada en las pelotas
pero duele como el beso de una mujer
que con su sonrisa te golpea,
dejándote herido por el recuerdo.
No es mío
Intento reconocer el dulce perfume que me envuelve
Ese olor
se mezcla con la fragancia de mi colonia.
Me gusta...
pero no es mío,
tendré que devolverlo.
Una nueva gotera
Esta vez en mi estómago vacío.
Intento alcanzar algo para llevar a la boca,
pero mis manos no son mías.
Tengo sed
Quiero beber algo, algo que no sea vozka.
Pruebo con el agua, se vuelve fuego en mi paladar.
Pruebo con zumo de mi nevera, lo bebo
hasta las naranjas me saben a alcohol.
Me tumbo
Un pelo rubio, largo, yace sobre mi almohada.
Soplo y veo como se va… una vez más.
Una vez más
mi soledad me acompaña, amiga eterna,
sabe donde encontrarme,
sabe como con su presencia envenenarme.
Mañana es lunes
En realidad hoy es mañana
ayer sólo un recuerdo.
Mañana, ayer habrá sido hoy,
aunque hoy sólo sirva para separar
ayer de mañana.
Es tarde
cierro los ojos,
duermo.
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Miro el espejo,
escupe un reflejo que no reconozco
es amargo, casi agridulce.
Dudo un instante… soy yo.
No me gusta.
Aparto la mirada
pero el agua del lavabo actúa de improvisada lámina
y me devuelve esa mirada perdida, abandonada.
Doy pena…
Intento tocar mi cara
pero mis manos no son mías.
Las miro y examino, pero no me escuchan.
Las hablo pero no me parecen ver.
Mis órdenes se pierden
junto al rocío de la mañana
¿Dónde dejé mis manos ayer?
Siento una gotera
-furtiva y tránsfuga de lagunas-
en el interior de mi cabeza.
Duele
no duele como una patada en las pelotas
pero duele como el beso de una mujer
que con su sonrisa te golpea,
dejándote herido por el recuerdo.
No es mío
Intento reconocer el dulce perfume que me envuelve
Ese olor
se mezcla con la fragancia de mi colonia.
Me gusta...
pero no es mío,
tendré que devolverlo.
Una nueva gotera
Esta vez en mi estómago vacío.
Intento alcanzar algo para llevar a la boca,
pero mis manos no son mías.
Tengo sed
Quiero beber algo, algo que no sea vozka.
Pruebo con el agua, se vuelve fuego en mi paladar.
Pruebo con zumo de mi nevera, lo bebo
hasta las naranjas me saben a alcohol.
Me tumbo
Un pelo rubio, largo, yace sobre mi almohada.
Soplo y veo como se va… una vez más.
Una vez más
mi soledad me acompaña, amiga eterna,
sabe donde encontrarme,
sabe como con su presencia envenenarme.
Mañana es lunes
En realidad hoy es mañana
ayer sólo un recuerdo.
Mañana, ayer habrá sido hoy,
aunque hoy sólo sirva para separar
ayer de mañana.
Es tarde
cierro los ojos,
duermo.
Última edición por Shaka el Lun Jun 18, 2012 3:24 am, editado 2 veces
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