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Ligado a la historia del fútbol americano profesional y de la televisión quedó el 17 de noviembre de 1968. Los campeones defensores de la AFL recibían en el Oakland-Alameda County Coliseum a los ya poderosos New York Jets, que serían sus sucesores en el trono.
El partido parecía resuelto con los Jets de Joe Namath al frente en el marcador 32-29 con 1:05 por jugarse en el cuarto periodo. La cadena de televisión CBS tenía programado a las 7:00 PM el estreno de la película infantil “Heidi”.
Luego del kickoff, tras el gol de campo de Jim Turner que parecía definir todo a favor de los neoyorquinos, se transmitió la consabida pausa comercial, pero al regresar a las acciones… No hubo tales. La CBS decidió no transmitir el último minuto de juego para cumplir puntualmente con su estreno programado.
Así, los aficionados al deporte de las tackleadas se quedaron impactados al iniciar el filme sobre “la niña de las montañas” y sin poder saber si el juego había terminado o no. Si habían ganado los Jets o si los Raiders dieron señales de vida. Y más impactados habrían de quedar –los que no apagaron su aparato televisor y se mantuvieron frente a él- cuando una pizarra informó el marcador final: OAKLAND 42 – NEW YORK 29.
En un increíble final que sólo los presentes en el estadio disfrutaron (más aquellos que lo siguieron en la radio), los Raiders anotaron dos touchdowns en un periodo de nueve segundos para conseguir una memorable victoria.
El escándalo fue mayúsculo entre los medios de comunicación y la indignación entre los fanáticos de aquellos tiempos sigue resonando a casi cuatro décadas de distancia.
El que para muchos ha sido el partido de temporada regular más memorable de todos los tiempos no pudo ser visto por completo en la televisión. O quizás, por ello resultó tan memorable.
El legado del “Juego Heidi” resultó en una nueva reglamentación por parte de la NFL en sus contratos con las cadenas televisivas, que obligó a éstas a transmitir de principio a fin cada partido sin importar las circunstancias.
La calidad del partido no quedó determinada únicamente por el marcador, el intercambio de ventajas y el final sino porque reunió a 13 futuros miembros del Salón de la Fama.
El partido parecía resuelto con los Jets de Joe Namath al frente en el marcador 32-29 con 1:05 por jugarse en el cuarto periodo. La cadena de televisión CBS tenía programado a las 7:00 PM el estreno de la película infantil “Heidi”.
Luego del kickoff, tras el gol de campo de Jim Turner que parecía definir todo a favor de los neoyorquinos, se transmitió la consabida pausa comercial, pero al regresar a las acciones… No hubo tales. La CBS decidió no transmitir el último minuto de juego para cumplir puntualmente con su estreno programado.
Así, los aficionados al deporte de las tackleadas se quedaron impactados al iniciar el filme sobre “la niña de las montañas” y sin poder saber si el juego había terminado o no. Si habían ganado los Jets o si los Raiders dieron señales de vida. Y más impactados habrían de quedar –los que no apagaron su aparato televisor y se mantuvieron frente a él- cuando una pizarra informó el marcador final: OAKLAND 42 – NEW YORK 29.
En un increíble final que sólo los presentes en el estadio disfrutaron (más aquellos que lo siguieron en la radio), los Raiders anotaron dos touchdowns en un periodo de nueve segundos para conseguir una memorable victoria.
El escándalo fue mayúsculo entre los medios de comunicación y la indignación entre los fanáticos de aquellos tiempos sigue resonando a casi cuatro décadas de distancia.
El que para muchos ha sido el partido de temporada regular más memorable de todos los tiempos no pudo ser visto por completo en la televisión. O quizás, por ello resultó tan memorable.
El legado del “Juego Heidi” resultó en una nueva reglamentación por parte de la NFL en sus contratos con las cadenas televisivas, que obligó a éstas a transmitir de principio a fin cada partido sin importar las circunstancias.
La calidad del partido no quedó determinada únicamente por el marcador, el intercambio de ventajas y el final sino porque reunió a 13 futuros miembros del Salón de la Fama.