Usa la palabra "Sol"Quintiliano Keith escribió:Caín escribió:
Haz un poema sobre el derrumbe de las cosas y la falta de futuro -_-
Oído cocina. Lo titularé Claudia.
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Saliva y otros sabores escritos a la carta.
Caín- Eternauta
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- Mensaje n°26
Re: Saliva y otros sabores escritos a la carta.
Quintiliano Keith- Humano
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- Mensaje n°27
Re: Saliva y otros sabores escritos a la carta.
"Haz un poema sobre el derrumbe de las cosas y la falta de futuro"
Con las palabras:
-Sol
-París.
-Ruiseñor.
Con las palabras:
-Sol
-París.
-Ruiseñor.
Quintiliano Keith- Humano
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- Mensaje n°28
Re: Saliva y otros sabores escritos a la carta.
Arde París
Y hoy es un martes –mentiroso- de ausencias compartidas
las noches áridas
arsénicas noches sin verde ni pájaros
Y hoy es un martes –mentiroso- de ausencias compartidas
las noches áridas
arsénicas noches sin verde ni pájaros
-Tengo miedo de noche, en ese sofá que es tuyo.
Fluyen mariposas de colores clavadas
venenosas de noche
e imágenes rotas
los venenos y el beso frío
agujero en el muro
venenosa nuestra vida entera
Extinguido el sol mortuorio
y blandiendo sus rayos esparcidos como esqueletos
es de rara inclinación el olor a gato
mercados de libros viejos empapan tu alma
venenosas de noche
e imágenes rotas
los venenos y el beso frío
agujero en el muro
venenosa nuestra vida entera
Extinguido el sol mortuorio
y blandiendo sus rayos esparcidos como esqueletos
es de rara inclinación el olor a gato
mercados de libros viejos empapan tu alma
-Oigo pájaros.
Ruiseñor de pánica hermosura canta
tu nombre
Claudia
de violencia apresurada y arde París
-Es el buen hijo.tu nombre
Claudia
de violencia apresurada y arde París
Y ahora es cuando llego yo
dialogante
vestido de color indeciso
ojos cerrados de resplandor caliente
bebiendo cerveza de otro alguien
se cierran las ventanas mientras ardemos
nuestras ventanas
que son un suspiro de labios en esta noche interminable
como si tuviéramos miedo a decirnos todo.
dialogante
vestido de color indeciso
ojos cerrados de resplandor caliente
bebiendo cerveza de otro alguien
se cierran las ventanas mientras ardemos
nuestras ventanas
que son un suspiro de labios en esta noche interminable
como si tuviéramos miedo a decirnos todo.
-Habrá sido el viento.
Paredes de hambre sobre nuestros hombros
el viajero
el tiempo
el espejismo
masas de gente
esa luz de las ventanas
el agua callada y la cerveza fría como la crucifixión del mundo
o el espejo como los barcos hundidos
que flotan en el fondo
el viajero
el tiempo
el espejismo
masas de gente
esa luz de las ventanas
el agua callada y la cerveza fría como la crucifixión del mundo
o el espejo como los barcos hundidos
que flotan en el fondo
-Uno de nosotros te traicionará.
Falsas paredes que atienden los consejos de los muertos
con ganas de cambiar la realidad
todavía no es suficiente para el colapso
-Hermenéutico, me iré cuando te hayas dormido.con ganas de cambiar la realidad
todavía no es suficiente para el colapso
Y el tiempo pasa en esta muerte amanecida
Caín- Eternauta
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- Mensaje n°29
Re: Saliva y otros sabores escritos a la carta.
Gracias
Quintiliano Keith- Humano
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- Mensaje n°30
Re: Saliva y otros sabores escritos a la carta.
Ya no recuerdo el año en que escribí este poema xD
14 de Agosto
Enséñame tu perfil de plata entero
y cruel.
(Cruel digo por darle morbo al asunto).
Es otro año más que nos hemos perdido en esta noche,
ahora que me lees.
Y se caen en silencio tus ojos.
Y es verdad,
(tus ojos)
que se cuelgan a mi cuello como los muertos que llevamos
arrastrando.
Y te escribo hoy sin saber cómo mi corazón te mira.
O cómo van corriendo mis palabras empapadas de sueño,
sin verte.
Va otro año más, y yo soy las líneas, y las poesías.
-Fíjate-
Un año de escritura temblando en vasos empapados de tequila
no sé por donde.
No lo creerás,
pero son tan solo versos de un día mutilados, porque tus ojos respiran despacio y desnudos.
Mis poemas frescos son para ti,
verdes,
como penumbras de paloma.
O semillas para cada palabra adolescente.
14 de Agosto
Enséñame tu perfil de plata entero
y cruel.
(Cruel digo por darle morbo al asunto).
Es otro año más que nos hemos perdido en esta noche,
ahora que me lees.
Y se caen en silencio tus ojos.
Y es verdad,
(tus ojos)
que se cuelgan a mi cuello como los muertos que llevamos
arrastrando.
Y te escribo hoy sin saber cómo mi corazón te mira.
O cómo van corriendo mis palabras empapadas de sueño,
sin verte.
Va otro año más, y yo soy las líneas, y las poesías.
-Fíjate-
Un año de escritura temblando en vasos empapados de tequila
no sé por donde.
No lo creerás,
pero son tan solo versos de un día mutilados, porque tus ojos respiran despacio y desnudos.
Mis poemas frescos son para ti,
verdes,
como penumbras de paloma.
O semillas para cada palabra adolescente.
Quintiliano Keith- Humano
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- Mensaje n°31
Re: Saliva y otros sabores escritos a la carta.
Este cuento se pasea por todos sitios menos donde debiera estar. Qué joderse.
La conciencia de Caperucita
roja
sales al bosque cruda de un verano muerto
las ciencias para invadir las calles de la noche
atestadas de lobos con malos fines recuerda
vuelve esta noche y te recibirá con los brazos abiertos
entonces los tres seres así unidos
caperucita-lobo-abuelita era todo un cuerpo
en tiempos primitivos hubo una especie de cuento
tú lobo viscoso son pocas las fauces que conocen el placer
de la flagelación pura roja menstruada
ella la abuelita devorada llegando al mismo espasmo o eso dice
y el bosque sin nubes retorcía y gritaba con la flagelación de la carne roja
natural sentido insociable de un amor inteligente
yo he visto al espíritu corromperse
Caperucita eres la hija del cielo
no la que no tiene madre sino la hija de Júpiter y de Dione
vas de rojo popular cuando el lobo nunca se preocupó de tener amante
mientras la abuelita sufriendo dentro de las paredes desnudas
sábanas blancas sentías odio frente al resto de la habitación blanca y vacía
blanca y rectangular blanca abuelita de súbito deseo carnal
cita inesperada que recogía la luz triste de la tarde
la ciencia se compone de errores somos lobos
la noche se descompone en horrores carnosos
entre las numerosas presas que son castigadas a recibir el oprobio del lobo
no hay una que no tiemble posesa de infinito terror
Digamos abuelita digamos caperuza roja
cuando la flagelación en carne era el deleite incomprensible
incomparablemente rijosa opulencia de los pechos
emergiendo por entre gasas abalorios y disfraces
su ancha grupa sodomizada ondular lasciva al menor movimiento
El lobo muere todos mueren devorados
roja
sales al bosque cruda de un verano muerto
las ciencias para invadir las calles de la noche
atestadas de lobos con malos fines recuerda
vuelve esta noche y te recibirá con los brazos abiertos
entonces los tres seres así unidos
caperucita-lobo-abuelita era todo un cuerpo
en tiempos primitivos hubo una especie de cuento
tú lobo viscoso son pocas las fauces que conocen el placer
de la flagelación pura roja menstruada
ella la abuelita devorada llegando al mismo espasmo o eso dice
y el bosque sin nubes retorcía y gritaba con la flagelación de la carne roja
natural sentido insociable de un amor inteligente
yo he visto al espíritu corromperse
Caperucita eres la hija del cielo
no la que no tiene madre sino la hija de Júpiter y de Dione
vas de rojo popular cuando el lobo nunca se preocupó de tener amante
mientras la abuelita sufriendo dentro de las paredes desnudas
sábanas blancas sentías odio frente al resto de la habitación blanca y vacía
blanca y rectangular blanca abuelita de súbito deseo carnal
cita inesperada que recogía la luz triste de la tarde
la ciencia se compone de errores somos lobos
la noche se descompone en horrores carnosos
entre las numerosas presas que son castigadas a recibir el oprobio del lobo
no hay una que no tiemble posesa de infinito terror
Digamos abuelita digamos caperuza roja
cuando la flagelación en carne era el deleite incomprensible
incomparablemente rijosa opulencia de los pechos
emergiendo por entre gasas abalorios y disfraces
su ancha grupa sodomizada ondular lasciva al menor movimiento
El lobo muere todos mueren devorados
Quintiliano Keith- Humano
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- Mensaje n°32
Re: Saliva y otros sabores escritos a la carta.
Si utilizamos frases cortas, también podemos deslumbrar, sin salirse de mi personalidad, ni de la tuya, Karen. He aquí el ejemplo, y ya no es poesía, ni nada que se lo parezca:
Tarde de junio a estas horas.
Entramos en aquella casa, todos. Habitación de opción silenciosa. Los adioses de traumático pasado. La masacre dentro de estas cuatro paredes blancas, donde se empieza y se termina el salto al vacío. El filo de un cuchillo brilla. Comenzaron a llegar los invitados. Ya estamos todos, disciplinados, con un ligero halo lleno de vacío. No se les veía ni los brazos ni los pies. Otros que quisieron nacer, y hacerse a nosotros no vinieron. No pudieron venir. Empezamos con largos viajes, monstruosos los ocres de la tierra. Los niños duermen y somos varios en la sala. Álvaro, Álvaro, Álvaro y yo mismo, somos cuatro aquí dentro. Coagulados y los ojos distorsionados hablan. Hablaban. Hablando. Y el grito. Se oyeron los primeros compases de música macabra tejida con disonancias quejosas mientras. Porque es, era, necesario que este cuerpo, corruptible, multiplicado en varios, sea revestido de incompatibilidad y lo que es mortal se convierta (convirtiera) en inmortal. Tiene el perro a su lado. Veo a su lado un perro. ¿Tiene usté perro? Si, creo haber visto un difunto en el entorno de un sacerdote. Pero ya no sufre. Tengo una gran alegría al verle, una gran alegría. ¿Qué soy yo? Los gritos nos devolvieron a donde la orgía llegaba a su apogeo. Nuestros gritos. ¿Lo oyes? Nos están gritando y no escuchas. Por todas partes se veían grupos de hombres y mujeres acoplados en las posturas más groseras. De madrugada terminó la fiesta. Termino la fiesta. Abre bien los ojos. La fiesta terminó. ¿Lo ves? La tercera tenía un rostro blanquísimo, como yeso, el cabello color rojo fuego. Se oyó un golpe seco, fragoroso, causado por un instrumento desconocido. El lúgubre diseño de una calavera con signos brillantes. Los hombres me hastiaban. Uno de ellos, menos idiota, me sugirió mar y soledad. Foso lleno de agua. Un foso lleno de agua que me ahogaba lento. Esparcían mi sangre. Vuestra sangre. Agujero en el muro con rara inclinación. Ríos sagrados desiertos líquidos turbios. Veo más allá de una amiga mía, pero hoy nadie se acuerda de mí. Mientras, la bestia, te reprenden, la conciencia. Los brillos de animal en el vaso de los pétalos. Era la nada del principio. La nada de un principio. Te conformabas con beber del mismo vaso. La nada ni nadie se acuerda de ti. Ni de mí. ¿Dónde estaba tu boca? Su última vez. He conseguido ver si saber de ti. O no. Me voy clavando mariposas muertas. Olvidas, Álvaro y así pues, tienes derecho a acusar y condenar. Verlo, pintarlo y decirlo. Y vivir, sobre todo vivir.
Tarde de junio a estas horas.
Entramos en aquella casa, todos. Habitación de opción silenciosa. Los adioses de traumático pasado. La masacre dentro de estas cuatro paredes blancas, donde se empieza y se termina el salto al vacío. El filo de un cuchillo brilla. Comenzaron a llegar los invitados. Ya estamos todos, disciplinados, con un ligero halo lleno de vacío. No se les veía ni los brazos ni los pies. Otros que quisieron nacer, y hacerse a nosotros no vinieron. No pudieron venir. Empezamos con largos viajes, monstruosos los ocres de la tierra. Los niños duermen y somos varios en la sala. Álvaro, Álvaro, Álvaro y yo mismo, somos cuatro aquí dentro. Coagulados y los ojos distorsionados hablan. Hablaban. Hablando. Y el grito. Se oyeron los primeros compases de música macabra tejida con disonancias quejosas mientras. Porque es, era, necesario que este cuerpo, corruptible, multiplicado en varios, sea revestido de incompatibilidad y lo que es mortal se convierta (convirtiera) en inmortal. Tiene el perro a su lado. Veo a su lado un perro. ¿Tiene usté perro? Si, creo haber visto un difunto en el entorno de un sacerdote. Pero ya no sufre. Tengo una gran alegría al verle, una gran alegría. ¿Qué soy yo? Los gritos nos devolvieron a donde la orgía llegaba a su apogeo. Nuestros gritos. ¿Lo oyes? Nos están gritando y no escuchas. Por todas partes se veían grupos de hombres y mujeres acoplados en las posturas más groseras. De madrugada terminó la fiesta. Termino la fiesta. Abre bien los ojos. La fiesta terminó. ¿Lo ves? La tercera tenía un rostro blanquísimo, como yeso, el cabello color rojo fuego. Se oyó un golpe seco, fragoroso, causado por un instrumento desconocido. El lúgubre diseño de una calavera con signos brillantes. Los hombres me hastiaban. Uno de ellos, menos idiota, me sugirió mar y soledad. Foso lleno de agua. Un foso lleno de agua que me ahogaba lento. Esparcían mi sangre. Vuestra sangre. Agujero en el muro con rara inclinación. Ríos sagrados desiertos líquidos turbios. Veo más allá de una amiga mía, pero hoy nadie se acuerda de mí. Mientras, la bestia, te reprenden, la conciencia. Los brillos de animal en el vaso de los pétalos. Era la nada del principio. La nada de un principio. Te conformabas con beber del mismo vaso. La nada ni nadie se acuerda de ti. Ni de mí. ¿Dónde estaba tu boca? Su última vez. He conseguido ver si saber de ti. O no. Me voy clavando mariposas muertas. Olvidas, Álvaro y así pues, tienes derecho a acusar y condenar. Verlo, pintarlo y decirlo. Y vivir, sobre todo vivir.
Quintiliano Keith- Humano
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- Mensaje n°33
Re: Saliva y otros sabores escritos a la carta.
(39)
No hay tranvías en París.
Son caricias.
Son sendos martillos que golpean en mis sienes,
estremeciendo a los muros de la noche
opaca.
Eres un recuerdo con levedad de pompa,
con ligero olor a plumas o a miseria.
Yacente
sobre un tronco de árbol caído.
Y ese regusto al vermut precipitado como manchas de grasa.
O ese grito inútil.
Y esas arrugas en las piedras a manera de tren.
Todas en ringle.
Y ella llora.
Así de triste.
No hay tranvías en París.
Son caricias.
Son sendos martillos que golpean en mis sienes,
estremeciendo a los muros de la noche
opaca.
Eres un recuerdo con levedad de pompa,
con ligero olor a plumas o a miseria.
Yacente
sobre un tronco de árbol caído.
Y ese regusto al vermut precipitado como manchas de grasa.
O ese grito inútil.
Y esas arrugas en las piedras a manera de tren.
Todas en ringle.
Y ella llora.
Así de triste.
Quintiliano Keith- Humano
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- Mensaje n°34
Re: Saliva y otros sabores escritos a la carta.
(Aprende de tus hijos, Andrómaca)
(41)
Agua pasada.
A veces te recuerdo como un monstruo de lejos
al disolvernos.
Ogro rojo te sostengo
solitaria, como un fuego.
Te siento en mis tristes Julios descuartizando silencios de antes.
Ex-amante desaparecida
como una flor devorada, vivirás toda cubierta de tierra.
Y me amas como un lobo. Lo nuestro era el agua sonando.
Y tu amor bebía de puñales helados.
Yo te espero con las manos levantadas y me tumbo a ver que pasa.
Déjame que recuerde aquellas horas contigo,
reteniendo tu aire de siempre, por si quisieras volver.
Eres la tortura que quiero. Lo tuyo es distinto.
Y distante. Lo monstruoso escapa. Te retengo así.
Lo mismo que se escurre el agua de los dedos.
Agua pasada.
A veces te recuerdo como un monstruo de lejos
al disolvernos.
Ogro rojo te sostengo
solitaria, como un fuego.
Te siento en mis tristes Julios descuartizando silencios de antes.
Ex-amante desaparecida
como una flor devorada, vivirás toda cubierta de tierra.
Y me amas como un lobo. Lo nuestro era el agua sonando.
Y tu amor bebía de puñales helados.
Yo te espero con las manos levantadas y me tumbo a ver que pasa.
Déjame que recuerde aquellas horas contigo,
reteniendo tu aire de siempre, por si quisieras volver.
Eres la tortura que quiero. Lo tuyo es distinto.
Y distante. Lo monstruoso escapa. Te retengo así.
Lo mismo que se escurre el agua de los dedos.
Quintiliano Keith- Humano
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- Mensaje n°35
Re: Saliva y otros sabores escritos a la carta.
Gotas de su flor teñian
de rubor la tela azul y blanca,
Y un cerco de fría angustía
le iba oprimiendo el alma.
Con timidez de gacela
miraba desde su ventana a Malaga,
en la madrugada,
una sonrisa de lumbres
sobre las finas acacias.
La luz de la primavera
entraba por su ventana
cuando miraba a Malaga,
se alegraban los pajaros
sin saber que ella lloraba.
Un abejorro se le acercó
A la joven dama
No lloran nunca las flores
por la tormenta pasada,
porque esperan nuevas brisas
que le hablan sus palabras
¡No llores tú pequeña!
-le dijo el abejorro
¡ que esto no es nada!
Mira hacia allí,
¡Ves! Tampoco llora el rio
aunque se le acabe el agua,
pues se aburriran otras nubes
que le darán nueva alma.
¡No llores tú pequeña!
- le dijo el abejorro-
¡Que esto no es nada!
Tres lineas en papel blanco
sobre su mesa cerca de la ventana
dos ojos que no se atreven
a leer ni una palabra.
La joven de Malaga
se asomó nuevamente a la ventana
usó su olfato,
pues el olor del mar le embriagaba.
La verdad está bien clara.
Pero... ¿Para que alcanzarla?
Le dijo el abejorro a la dama,
Hay frases que nada dicen,
y silencios que todo lo hablan.
En Malaga aprendió
que venian ciertas texturas extrañas.
Era una quietud inmensa
que su corazón sosegaba.
La chica cayó de rodillas,
y al dar al abejorro las gracias...
¡Como lloraban sus ojos,
pero como reía su alma!
Natsj
Para Alvaro con todo mi aprecio
-----------------------
Mi amiga Nat murió hace unos días.
de rubor la tela azul y blanca,
Y un cerco de fría angustía
le iba oprimiendo el alma.
Con timidez de gacela
miraba desde su ventana a Malaga,
en la madrugada,
una sonrisa de lumbres
sobre las finas acacias.
La luz de la primavera
entraba por su ventana
cuando miraba a Malaga,
se alegraban los pajaros
sin saber que ella lloraba.
Un abejorro se le acercó
A la joven dama
No lloran nunca las flores
por la tormenta pasada,
porque esperan nuevas brisas
que le hablan sus palabras
¡No llores tú pequeña!
-le dijo el abejorro
¡ que esto no es nada!
Mira hacia allí,
¡Ves! Tampoco llora el rio
aunque se le acabe el agua,
pues se aburriran otras nubes
que le darán nueva alma.
¡No llores tú pequeña!
- le dijo el abejorro-
¡Que esto no es nada!
Tres lineas en papel blanco
sobre su mesa cerca de la ventana
dos ojos que no se atreven
a leer ni una palabra.
La joven de Malaga
se asomó nuevamente a la ventana
usó su olfato,
pues el olor del mar le embriagaba.
La verdad está bien clara.
Pero... ¿Para que alcanzarla?
Le dijo el abejorro a la dama,
Hay frases que nada dicen,
y silencios que todo lo hablan.
En Malaga aprendió
que venian ciertas texturas extrañas.
Era una quietud inmensa
que su corazón sosegaba.
La chica cayó de rodillas,
y al dar al abejorro las gracias...
¡Como lloraban sus ojos,
pero como reía su alma!
Natsj
Para Alvaro con todo mi aprecio
-----------------------
Mi amiga Nat murió hace unos días.
Quintiliano Keith- Humano
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- Mensaje n°36
Re: Saliva y otros sabores escritos a la carta.
Ahora mismo sólo se me ocurre este poema, Natasja, pero esta misma noche te escribiré uno, especialmente para ti. Tomé prestado de AisHa alguna frase de relleno, para completar, más que nada.
La belleza del diablo.
“Vagamos por un mundo de infelices intentando creer o construir felicidad que estúpidos sois...” (*)
Ofrecí mis labios a la voracidad de tus besos con tan poco.
Y llegó la noche tragando lenguas blancas.
Lenguas que se poseyeron burlando leyes.
Tú sabes de la oscilación de los vientres,
de las rosas mojadas,
de los vientos a solas,
y las aguas tranquilas.
Hemos respirado todo el lento aire de las aguas profundas.
Y no sé soñar,
pero recuerdo aquel contacto con las bocas en un simple beso.
Ella sufrió más de lo que nunca sabremos. Y esas bocas quemadas vivas...
“Como muere mi esperanza, la esperanza cansada, la dolida, la agotada, la pisoteada...
la que nunca ha muerto.” (*)
La belleza del diablo.
“Vagamos por un mundo de infelices intentando creer o construir felicidad que estúpidos sois...” (*)
Ofrecí mis labios a la voracidad de tus besos con tan poco.
Y llegó la noche tragando lenguas blancas.
Lenguas que se poseyeron burlando leyes.
Tú sabes de la oscilación de los vientres,
de las rosas mojadas,
de los vientos a solas,
y las aguas tranquilas.
Hemos respirado todo el lento aire de las aguas profundas.
Y no sé soñar,
pero recuerdo aquel contacto con las bocas en un simple beso.
Ella sufrió más de lo que nunca sabremos. Y esas bocas quemadas vivas...
“Como muere mi esperanza, la esperanza cansada, la dolida, la agotada, la pisoteada...
la que nunca ha muerto.” (*)
(*)AisHa
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- Mensaje n°37
Re: Saliva y otros sabores escritos a la carta.
Natasja?? Natasja la de los cielos de colores?? Pfff... pero qué le pasó??
Es ella no?? la del jardín. Lo siento por ti =/
Es ella no?? la del jardín. Lo siento por ti =/
Quintiliano Keith- Humano
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- Mensaje n°38
Re: Saliva y otros sabores escritos a la carta.
Muescas en un cristal (IV)
Eres la equivocación
que
dilata, engendra y produce
Mi estímulo era besar a
un muerto frío
que
allí yacía
mientras
voy acercando mis labios cerca del
suelo
-terreno húmedo de muerte-
pues la tumba
está justamente pegada al
suelo
Y volvió el susto del niño
como el gran todo
que
nace con olor a selva y a bosque
Eres la equivocación
que
dilata, engendra y produce
Mi estímulo era besar a
un muerto frío
que
allí yacía
mientras
voy acercando mis labios cerca del
suelo
-terreno húmedo de muerte-
pues la tumba
está justamente pegada al
suelo
Y volvió el susto del niño
como el gran todo
que
nace con olor a selva y a bosque